HABLAR
POEMA
Qué
importa la sed de las bocas
la orgullosa arquitectura de los cuerpos
o una invariable piel húmeda
¿Acaso permanecen?
Hay tanto despliegue inútil de palabras.
Que el poema hable de lo que se pudre
de lo que está aún sin descubrir
Que hable de la inminencia de un desborde
en la tranquilidad del campo
De caminos solos desde el comienzo al fin
Del mar que llega y retrocede
De todo lo que se mueve en silencio
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No quiero fuegos de artificio.