KARINA SACERDOTE, Buenos Aires

DELIRIO 6 – CARAMELO –

Partirse en dos para encontrarse y comulgar con la oscura estrechez de las horas; para ser un después de ahora que el espejismo se le caló en el pecho, que le volvió la sangre del color de esos ojos. Esos ojos que de lejos se presienten verdes pero que son, cuando cerca, de intenso caramelo que envuelve caliente, que se adhiere a la piel y que ya no puede quitarse porque si se lo arranca, se lleva un pedazo de carne.
Partirse en dos para que la mitad acaramelada sepa que es la mitad más pura. Ser en esa mitad, la justa proporción de sus perversiones y caricias. Ser aquello que no buscó ser, que la voló del mundo plano con un levitar de ave fénix deliriosa.
Saber que es sólo esa mitad nueva en sus manos. Que la otra se remienda cada hora porque también lo extraña y se rompe un poquito más y se disuelve en los pedazos partidos.
Esa otra mitad que queda y que zurce lo agujeros de las medias, que cocina a la hora indicada, que saluda y dice gracias y se lava los dientes antes de dormir. Esa otra mitad que desespera porque sabe que se encoje, que le cuesta ya no perderse en el calor dulce de la otra mitad que vive.
Partirse en dos para que la mitad que agrega sal líquida a la sopa que revuelve, se vaya abandonando a la verdad de la otra mitad que contiene a esos ojos.
Desvanecerse en la verdad que se extiende. Ser enteramente suya, a riesgo de desaparecerse de sus ojos cuando, rompa el hervor y el caramelo se queme.

JUAN CARLOS LUIS ROJAS / BUENOS AIRES

Sismo de la tarde

Por qué será
que la tarde tiembla sobre mi pecho
cuando pasas/
mientras revolotean en mis ojos
estos pájaros de luz.

Por qué será... que mi sonrisa
que te dice adiós
camufla la puerta
de sísmicos eventos insondables
que estallan en mi espíritu.

Por qué ese límite en el camino
ese designio de fosas abisales
que diluye tu ser
en el mar de la añoranza.

Sigo ciñendo tu cintura
en el aire del recuerdo
cuando caes
en mis brazos de nostalgias
donde moran las preguntas.

¿Por qué nacen
estas férreas tempestades en el alma
que se enfardan
en el haz de los suspiros?
¿Por qué
desuela esta jornada/
cayendo mis manos
en despojos rutilantes del amor?
¿Por qué esta ilusión
el sin sentido de las cosas?
¿Por qué aún te esperan/
estos ojos mentirosos
tras el laberinto zigzagueante
/impersonales/
de esos cuerpos que avanzan?

...y cada tarde sin embargo
aparece tu sonrisa...
y este sísmico temblor
aquí en mi pecho.

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Oscuridad

En las venas de mi sien
/aletea/
el rito prolongado de nuestros ojos.
Ojos que vuelan una vez tras otra
rayando en las caricias/
sublimando acentos
en las preguntas infinitas.
Túneles inquietos.
Túneles que se ensamblan / en cópulas de pasión
vertiginosas tímidas
dulces desesperadas.
Esta vaina oscura/
Oscura de dichas/
Oscura de cantos silenciosos/
Oscura del amor
que discurre en las calles...
Se abre a veces
/se rompe/ vertiendo del espíritu
irisada simiente.
Eternidad del dolor
escapando al bálsamo/
Escapando a la sed de las heridas/
Escapando/
hacia la curación final de la nada.
Adolecer que hierve adolescente
en el perpetuo tiempo
de las manos combativas/
Incansable candor candente del pecho...
Luego discordias entre aurículas y ventrículos.
Mientras tanto el sol azulino
une a las almas con la negrura del día.
Y no se encuentran/
no se abrazan
ni piel
ni aliento ni suspiros.
La oscuridad nos baña a plena luz del sol.
¿Cuándo caerá su áspero pigmento
como nieve derretida?...
¡Cuando nuestros ojos sepan
reposar en otros ojos!
¡Cuando irradien ternura nuestras almas!
Y cuando no teman nuestros besos
entibiar ajena frente…
¡Cuando el corazón
hable por fin sobre el amor!


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Esta hermosura

¡Oh, este destrozo cotidiano de luces/ de sombras!/
Este sembrar en el aire de palomas/ des per di ga das/
Esta hermosura de erguirse/ tras los peñascos añicos/
Este henchirse diario
de noches inflamadas/
subterráneos golpes del alma/ que se esconden/
del mundo abyecto...

Y tan sólo una palabra/ que espero.
De amor/ que espero.
Que avive el fuego/ de fecundidades quietas/
que esperan.

Esta hermosura
de los ojos puros/ que callan/
elocuencias cósmicas/ que abren/
puertas/
de vírgenes cielos.

Y ver la ternura
desde la profundidad oscura del miedo.
Ser caminante de abismos
insuflando en el alma
simiente de sueños.

Esta hermosura de caer rendido/
y en los puños del corazón/ aferrando aún/
la bravía esperanza.

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Almas y chips

Crece magnánima
esta conspiración técnica
de marismas internáuticas
que diluyen
anónimos corazones/
sin ojos/
sin piel/
y sin brillos estelares.

En quebradizo puente
(de alas perdidas en el éter)
sondeo el espacio
buscando tus manos...
Encuentro sólo dioses sin olfatos...
en esta ruta de ondas/
y vítreas fibras luminares.

Navego el asombro.
Informático paladar del corazón
que prueba cables
(tu piel acaso)
y testea
el dramático tiritar de transistores.

Están congestionados
(siento)
los chips del alma.

Esta herejía apocalítica
se zambulle en nichos
que transmutan
dudosos homo sapiens
en seguros homo stupidus.

De frente a la batalla van
desenvolviendo con perillas y remotos
a la belleza enbalsamada
de vestido fosforescente/
ensamblada en cañones tricolores
que rebotan/
al barrido electrostático
de catódicos/
rayos fantasmales.

...Se funden en la nada
espíritus y retinas.

Un cuerpo virtual bajo mis sábanas
me erecta
con sutiles electrodos programados/
y me mueve en un compás sinusoidal
que ya no sé/
si sabe a vida
o sabe a muerte.

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Extravío

Husmeo en la historia.
Humanidad Vientos perdidos.
El cortejo real de la miseria.
La mutilación de la carne y del espíritu.
El Hombre es rey
extraviado de su reino.

Musas de los tiempos colgadas en el aire.
Tirada de conceptos y de formas sin sustancia.
¡Tan baja su estatura
que jamás alcanzarían a las estrellas!...
¡Los hombres caen
en el mar de su arrogancia!

Un poco más de construír
es la oración del justo.
Romper es la consigna
en aras de fetiches y blasones
de corruptelas y patriotelas.
Fieles a la idiotez
sucumben en las rompientes
los astros del polvo.

No se acuerda el Hombre
cuándo nació su estúpida razón
de alzar la espada/
de levantar la frente dañina y altanera.

La libertad se arrastra enredada de pañales.
Cautivo el Hombre en su prisión.
Su más grande prisión/
Su propia mente.
El aposento más útil
a sus cadenas.

Desde su ego crea fronteras para sí/
Para su ego.
Luego
en su limitación llora
frustrado
y perdido.



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A espaldas del Hombre

Miseria del espíritu/
La peor de las miserias.
Suele descubrir al Hombre
merodeando el palacio desnudo del absurdo.

El se hamaca/ visceral/
desde el cuenco oscuro del silencio
al estrépito vacío del descaro.
Construye mundos cimentando soledades.

Asiste inmutable a un concierto de fechorías
de prolija afinación.
Mientras tanto...
hilvanes sólo hilvanes
la confección de su justicia.
Por allí ¡Inimputable!
una estirpe de bestias innominadas
pasean su arrogancia bajo la luz.

Es posible sin embargo un nuevo corazón...
¡Y no este!...
donde ha estallado del espíritu
su derrotada munición de límpidos cristales.
¡Errantes los pájaros del sueño volaron al olvido!
Entonces/
en su ingenuidad el Hombre se descubre
un niño vestido de pelambre.

¡Desamparado, despierta!...

Silencio.

¡Sólo algunos parecieran tener
raciocinio y conciencia del todo!
Pocos el rayo cósmico de la imaginación...
atleta que sortea los senderos sin destinos.

Algunos comprenden que el amor
su placer su dicha
construye el tiempo sin edad de la vida/
que el dolor de su ausencia hiere al infinito/
que la centella inasible como el viento
se aplaca en la sangre de la ternura.

¡Miseria del espíritu
la peor de las miserias!
A espaldas aún/
de la mirada inquieta y pueril del Hombre.

Sergio Andrés Rodríguez Aranís

MALEZA


Para qué esto ques dormir
si después dormiremos con golpe de granito
auspiciados por la noche
sin un peso en los bolsillos
si es que hay bolsillos
y todo es blanco blanco blanco
no se nos hará agua la boca por nada en el mundo
pero sí desbordando los ríos interiores
abiertas las válvulas impresionadas de libertad
se nos fue se nos irá el amor no más
en átomos dispersos ha de espantarse y en vuelo
quizás deje caer lo atroz de un verbo roto
o quizás nos mejore en este asunto complejo

o
tan probable!
en coito joven
nos visite sin vernos
a la hora y en hierba
menos pensada

Alba Estrella Gutiérrez, Buenos Aires, Argentina

cuándo se mueren
los ojos de los muertos
cuándo se desnudan los ángeles
y abrigan sus sueños
cuándo tocamos el dolor
de sabernos de nadie
cuándo descubrimos ese abrazo en los párpados
y somos vulnerabilidad
en la boca única de la muerte
cuándo es el tiempo

de saberse final entre los huesos

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tomé tu cintura
y me doblé en tu boca
como un mapa
de ignorados silencios
tu cuerpo
fue una ciudad de exilio
te amé hasta el dolor
después vino la noche

y tuve miedo

Jorge Luis Estrella, Buenos Aires, Argentina

A veces me desvisto, me visto, me atropello,
me caigo en la cuenta del banco al portador,
sueño que soy un hilo de coser mañanitas,
me vuelvo rojo globo que se pincha en el cielo,
me arrojo en el desvelo del ojo de la aguja,
desnuco crisantemos con palos de amasar,
hago nido en incendios para no sentir frío,
soy río, soy estepa, meseta alcanforada,
me hundo en la hondonada de la nada más fértil,
disfrazo de payaso a mi otro yo y sigo,
me desnudo, me abrigo, atropello a un camello,
me abrazo a mi señora que llora por mi culpa,
como pulpa de pulpo
y me agarra gastritis,
como lomo de plomo
y vomito un poquito, como luna rellena
y me agarra una pena muy honda
y me hundo en el mundo
disparando disparates en verso,
me río de la estepa que se trepa a mi espalda,
me río con Mafalda, con Olmedo, con Tato,
paso un rato conmigo y otro rato con ella,
hago un gol, lo festejo,
me meto en el espejo y me voy al carajo.

Osvaldo Norberto Lázaro, Buenos Aires

Tentativas


voy a abolir el fuego, para encontrarme
frente a frente con el incendio
voy a plantar un naranjo en el vientre de la esterilidad
por presentir que ya todo es de la nada
voy a salir a la calle a ponerle nombre a las casas
con un estabilizador de deseo
y al volver, en mi caminata tenue
voy a clavar en mi puerta
panfletos sucios de esa guerra.

PATRICIA CORRALES, Buenos Aires

Cientos de personas pasan
a través de las hojas, entintando
las yemas de mis dedos, la locura ríe burlona
al avance tecnológico,
a los viajes espaciales, a las mini computadoras,
a los chips que desafían a Dios

Beatriz Martinelli, Buenos Aires, Argentina

ES UN CASI OTOÑO
las palabras
............... anticipando la quietud
............................. de este otoño que asalta
recluidas quedaron en pequeña caja
pierdo la llave que las libere
entonces
........... el silencio es rey y amo
+
los gestos
........... cansados de tanto ensayo fallido
prefieren la distracción
..................... de una noche engañosa
una mañana en madrugadas
.................................... iguales a otras
donde enajenarse es pretexto
................................. no siempre infalibles

...........................................

Fernando Sabido Sánchez / España

Amé en secreto muchas veces implorando
pasiones inéditas, rompí escarchas lleno
de esperanza y encontré corazones convexos
Me negaron mujeres de sexualidad imprecisa
y abracé cuerpos desnudos con deseos ajenos,
hasta el siempre prosaico reducto de la infidelidad
alcanzó a rechazarme

Amé labios que me ocultaron la sonrisa,
a mujeres de sexo solidario inmersas en la causa
con una fe ciega y el alma empapada
Amé vírgenes aferradas al dogma de hogueras
pretéritas, a prostitutas y en verdad,
a mi mismo

Podría contar la realidad con palabras
más dulces, si no supiera que algún día
me amará sin prejuicios la muerte

Pedro Vergara Meersohn

Versos huérfanos

Si existe una razón
que me impida amarte
lentamente.
Si por algún motivo
debo abstenerme.
Si tengo que dejar
de soñarte
desnuda a mi lado,
si tengo que cerrar mis labios
házmelo saber ahora
que me quemo
y muero de deseos.
Impulsos más fuertes que mí.
Ganas de invadir
y llenar tus espacios
crecen y siguen creciendo
llevándome a extremos
donde jamás he llegado.
Si tú no serás mía,
si no podré entrar
en tus extrañas,
besar tus senos
y hundirme en tu cuerpo
naufragando,
dímelo ahora
antes que desangre
completamente
y en vano
sin haberte tocado.
Podría morir ahora
pero mejor morir
que vivir un sueño
que me tuerce
y retuerce el pecho.

Sofia Buchuck / Perú

El árbol de la vida.

Alzado el árbol,
Sobre sus propias raíces.
Extiende sus brazos,
Hasta llegar al universo cósmico de los ancestros,
Interconectándose con la divinidad de dioses y estrellas.
Veo cada rama de este árbol como si fueran mis tíos y tías,
Mis hermanos mayores y hermanas,
Sobre ellos están otras ramas más pequeñas,
Ellos son mis primos y primas,
Mis sobrinos y sobrinas más grandes.
Los bebes sonríen desde su copa,
Ellos son sus nuevas hojas,
Flores frescas de la familia,
En fuertes naranjas y azules,
Colgando desde la corona misma del árbol orgulloso.
A veces veo a mi padre bajo la lluvia,
Camina solo y pensativo,
Mirando en silencio las diferentes generaciones de su entidad,
El cielo vierte entonces un leve suspiro,
Y del árbol emanan palabras sabias para sus nuevos pimpollos.
Al fondo del tronco,
Veo a mis abuelos y abuelas,
Abrazados descansan en el vientre de la tierra.
Veo el color violeta de la vida y de la muerte,
Entrelazándose como puentes entre las raíces mismas,
Hasta dispersarse para siempre en el vasto territorio de esta tierra.

Migdalia B. Mansilla Rojas, Venezuela

Por un momento

fue sólo un instante
un roce de lluvia
el rayo de sol
que se cuela trémulo
hasta mi cama
anunciando el alba

fue algo insospechado
leve y pesado como
como una historia
cansada de sí misma
cayendo página a página
sobre mi cuerpo inerte
cargado de presagios

fue/ sólo un momento
el dolor esperaba al viento

NORMA MARCHETTI, Buenos Aires

Un manantial

Como torrente esmeralda
sobre aguas mortecinas...
Como esculpido diamante
destellando entre diatribas.

Con la beldad ensamblada,
como diosa de abundancia…
Como un astro que centella
entre silentes miradas.

Una efigie, una leona…
un manantial de diademas.
Un vendaval que crepita…
sobre el cristal de sus venas.

Quebrantable en lo profundo,
vulnerable en los vacíos.
Admirable en fortaleza…
de tulipanes sus muros.

Perspicaz e Intuitiva…
agraciada… sorprendente.
Impredecible en ingenio…
un lucero en su occidente.

Isaías Nobel, Argentina

CONJUGACIONES

“No sólo de pan vive el hombre” – Dicho popular.

Si tú me amaras o amases
seguramente yo te amasaría,
seríamos la masa que se amasa
sin esfuerzo, un pan de amor
haría nuestra harina, leudante
sería nuestro verbo.

Tú me conjugarías lentamente,
yo trataría de ser pluscuamperfecto,
a nuestro afán tan subjuntivo
le bastaría el pan de cada día.

Y aún cuando imperfecto
sería la mejor condición
nuestro presente,
un suave imperativo
poblado de pronombres
apenas posesivos.

Sólo lo necesario
para que en tanta harina
y levadura juntas, conjugadas,
nuestras bocas mordieran o mordiesen
el pan incesante del futuro.

ROCÍO L'AMAR / Chile

CANÍBAL

"dedico estas palabras a la creación más grande del universo, que soy yo"

José Luís Calva Zepeda
* 20 de junio de 1969 †11 de diciembre de 2007
México


y de nuevo
recuérdame que hay todavía y aún más y todavía caldo
en estas extremidades

sácame la médula déjame surcos

como el azafrán
en su propio silencio

y aún más pero mucho más desangrándose
un dos un dos tres un dos tres cuatro
cinco seis
siete
de la
mañana

hace frío al acercar la mano vino ese halcón

áspero mitad ardiente sin nosotros
sin dibujar el último poema sin beber en la poesía el suicidio

las palabras ya no están sudando sus rasgaduras

hasta el absurdo de la risa
incluso lo mucho o poco que tiene de agujetas el dolor
mientras una
potencial andanada
y un pequeño y gran ahínco contamina
los labios
me
traen
a la memoria
el gustillo a semen
porque allí todo empieza

y fuera de él

mis partes flojas oscilan raspan
caen como pétalos de sal huyendo

el halcón mexicano habla

en la fuga

vuélvome semejante dipsómana monstruosa troglodita

y de nuevo
hay todavía y aún más y todavía tinieblas
en esta marcha fúnebre

no quiero
como muertita
me arranquen la inmortalidad

y más pero mucho más yendo hacia ti

jamás seré viuda

soy demasiado cadáver para una lápida
una plaza pública el paraíso del señor

abandonado entre los hombre

dices ven digo a qué hora dices acompáñame digo

qué mierda

las flaquezas roen
y cualquiera es cobardona en abuso y en arrogancia

y lo hicimos

yo
alzada sobre tacones anunciando un pubis azulete


sin reglas código ley indisciplinado

en
fin

paso
a paso

fuimos entrando a la ceremonia del cuchillo
el golpeteo de la calle la distancia de los objetos

al pasar de una orilla a la otra

he imaginado los platos la ensaladera el ágape

estos versos
van al centro de la mesa como ulcerosas costras

ya ajustaremos factura.

ROCÍO L'AMAR / Chile

El poeta mexicano José Luís Calva Zepeda se comió a su novia Alejandra Galeana Garavito, la carne, los restos de grasa de la sartén y los huesos cubiertos con tejido muscular encontrados en el interior de una caja de cereal y la carne frita en los platos corresponden a la víctima.

“existe la presunción de que si ingirió este tejido”.

Norma Padra, Buenos Aires, Argentina

ALMA

Siento tu alma
abrazando el infinito.
Cobalto
el cielo.
Con el esfuerzo de poder alcanzarte
en ese vuelo mágico
que devela misterios
de mañanas ciegas.
Mantengo el pensamiento
vivo de las tardes moribundas.
Palabras claves
para dialogar con la poesía.

Teonilda Madera, El Salvador



“No cierres aún esa maleta
sin antes guardar mi corazón
que cabe entre tus cosas más amadas
aquel poema y mis cartas de amor...”


(Alberto Cortez, La maleta)




UNA MALETA

Una maleta es una organización forzosa;
es una aventura cerrada;
una maleta es un nido íntimo
de secretos;
es un montón de posibilidades
que se abren en otro espacio;
una maleta es un viaje doble
de uno mismo;
(...) me gusta hacerte la maleta
porque es una forma de irme contigo.





“Puede ser la hoguera de la casualidad,
El paladar de un vacío. Fugaz en el hallazgo/ los cuerpos aterrizan”.


(Pedro López Adorno, Viajes del cautivo)



IRRACIONALIDAD

No me trago el cuento de otros tiempos;
soy la vara que mide el vuelo eterno
de las golondrinas que seducen el cielo;
la ceniza del fogón que cocinó tu infancia.

No me trago el cuento de otros tiempos;
eructo y salen magnolias a perfumar
el aire vigilante que empuja los recuerdos.
una tos atosiga la ventana de impureza;
una luz infinita se refugia en un Hoyo Negro;
un estornudo espanta al pájaro
que traía tu mensaje.

No me trago el cuento de otros tiempos;
abro inmensamente la boca
y salen las Cuatro Estaciones
de Vivaldi colgadas del pincel
de Van Gogh que clona el mundo.

Hago un paréntesis y escribo en el papel:
¡No lo dudes, esto es poesía!
tu barba se mojó cruzando el Sena.
—La vida es un suplicio
cuando el Amor escapa—

(dijo una voz anciana que pasaba)

Continuo:
Las cuentas del rosario se zafan
y los Padrenuestros y las Avemarías
que prometiste en la catedral parisiense
recobran su libertad. Tomas las mira
incrédulo y repite:

!No me trago el cuento de otros tiempos!






“...
That is the land of lost content,
I see it shining plain,
The happy highways where I went
And cannot come again.”


(A.E. Housman, Into my heart an air that kills)





LA FRANJA DE GAZA

Una mujer con el rostro
hacia el Medio Oriente
es un centurión aterrado
que observa los querubines
caídos de la guerra,
y entre judíos y palestinos
la Franja de Gaza es una hoguera
que quema los sueños
de esta mujer que ama
dos pueblos divididos.






“...
No la interrogues nunca.
Que ella nada puede
decirte...”

(Fernando Pessoa)


SORBITOS DE CAFÉ

Nadie sabe su procedencia (...)
dicen que vino del mar
cubierta de brumas;
en su piel traía perlas negras
y tesoros hurtados por Drake;
tiene el mar en su lengua
esa mujer enigmática
que debería parecerse a todas
se empeña en ser distinta (...)
es extraña como el bambú
del Viernes Santo y franca
como la entrega de los perros callejeros;
es dulce como un te quiero entrecortado.

Esta mujer no es tan distinta a las otras;
de vez en cuando sueña cosas imprescindibles
mientras se pinta los labios jugosos
y luego, sale a enfrentarse
con el mundo.

Sus congéneres, casi siempre chocan
con ella sin que este en el medio.
A ella le gusta el mar de afuera.

Escucha a Juan Luis Guerra,
a Enrique Chia, y a Mercedes Sosa.
Esta mujer es todas las mujeres
de otras épocas;
lleva en su bolso su historia:
una ramita de olivo, un abaniquito nacarado,
un jabón Maja, unas hoja amarillentas.

Esta mujer se bebe el llanto de los sauces
y sus ríos internos crecen impetuosamente.

En su ignota memoria encontramos
la partida de Ulises, la Relatividad
de Einstein, las Guerras Mundiales,
el Holocausto, el amor de Penélope,
las computadoras, los hijos de la violencia (...)

A ella le duelen y le pesan esas memorias.


Esa mujer es un poco huraña;
ella que debería parecerse a todas
se empeña en ser distinta;
es temeraria; chocan con ella
aunque no este en el medio;
lleva todos los hombres adentro
y la siguen hasta la cima; ella guarda un secreto (...)

Rolando Revagliatti, Argentina

Agarrarla, además, con la mano


Agarrarla, además, con la mano
recuerdo que constituía
aproximadamente
la excelsitud

Supe de excelsitudes sin incluir manos
cómo no

Eso mucho antes

Y atado.

Concha Seijas / Venezuela - España

Un poema de 1990 (cuando tenía 30)

Mi dolor es breve muy breve
lo expreso con una semi-fusa en la bemol, clave de sol
Tu rabia ocupa
cinco líneas de pentagrama
redondas con puntillo y ligaduras
muchos do y todo en clave de fa, cuarta línea
Mi dolor es una nota breve, brevísima
Tu rabia ya constituye una partitura
Sin embargo, mi dolor puede más que tu rabia

ADELFA MARTÌN / México

HOY

Hoy llego suavemente
sin estorbar tus silencios
que tambien son los mìos

Buco tu imagen
que me duele tanto
que me implora a veces

Pero callo...
sonrìo apenas,
regresarè luego

Traerè la conciencia
abierta, desmesurada...

Nuevas esperanzas
estancias solitarias
paisajs inhòspitos

Entro en ti
como aire
como aroma

Como fuego letal
surco tus suelos
dejo mi huella

Y en silencio
de nuevo
para siempre...

AMELIA ARELLANO / SAN LUIS/ ARGENTINA

SANTO DE CARTÓN


“Nadie sabe en-lo-que-ser. Nadie sabe enloquecer.
Ni reconocerse bien .En la inmensidad cruel la figura, fisura.
Cordura, sombra, locura .Extraño reflejo convive en la espesura.
Segmentos de mares difumados. Cortinas al corazón. Ojos ahogados .Ciegos .Silenciosos
Pasiones con-templadas en la tempestad.”
RICARDO ROSALES ARELLANO.



Dime huésped de los basurales.
¿Quién escribió tu oráculo de cartón prensado?
¿Que alondra triste escribe el epitafio en tu ventana?
¿Quien despuebla tus herencias de limo?
¿Quién borra las marcas gigantescas de tus zapatos rotos?
¿Que viento helado moja tu boca de violetas?
¿Quien ha roto tu flauta de Hamelín
¿Quien borró tu mapa de arroyos y calandrias?
¿Quien marcó en tu frente la cruz de la derrota?
Dime huésped de los basurales.
¿Quién arrancó la risa de tus estrellas ojos?
¿Quién extravió la llave de tu cofre?
¿Quién cortó las mangas camisa de tu padre?
¿La lengua y la pollera de tu madre’
¿El vientre de tu hermana?
Quien sabe las preguntas.
Quien sabe las respuestas.
Paco. Pico. Poco.
Pájaro triste, lumbre, enigma miedo.
Páramo de plata, sedal de oro.
Has de saber.
Algún día alguien gemirá.
Y no serás vos ángel niño, santo de cartón.
Cuando la manzana de Newton devenga en luna.
Caerán. Otra vez caerán.

AMELIA ARELLANO / SAN LUIS/ ARGENTINA

RECUÉRDAME COMO ERA


Recuérdame como era antes, amor.
Antes del barro compartido.
Como era, lo que ya no soy.
Como era lo que sigo siendo.
La que acercaba su voz de hierba a tu silencio.
Pigmalión no ha encontrado a Galatea.
La estatuilla, yace fragmentada. Ya no está.
Tampoco está el hombre de los ojos tristes.
El amor ha pasado como pasa la infancia.
El viento, los naufragios, el temblor de los astros.
Ha callado el crepitar sonoro del brocal de greda.
Me han llamado, otras voces, otros viajes.
Me entregado y he sido prisionera.
Errante, amante, prisionera.
He elegido, la voz que no me llama.
Se me ha dado lo que se me ha quitado.
Más, lo que se me ha quitado es lo que se me ha dado.
Tierra se me ha quitado. Tierra se me ha dado.
Y aquí me tienes, de vuelta, amor.
Fatigado corazón de tierra, aún palpitante.

CARLOS DE LOS RÍOS / VIÑA DEL MAR, CHILE

En el puerto

Ahí el mar, la noche y las luces.
Nadie espera por nadie.
Siguen los barcos hundidos en la bahía.
El anfiteatro de Ithaca no es el paraíso.
Un niño vuela por los cerros,
mientras el viento le sonríe,
gaviotas siguen vuelo.


********************





Nunca entendiste tu estrategia,
mientras te enredabas con la táctica,
el tiempo supo darle,
el jaque mate a la vida.

Arturo Álvarez D´ Armas, Venezuela

Se entrecierran mis ojos...



Se entrecierran mis ojos
aún puedo verla
más no tocarla
el agua corre por la regadera
cual bautizo de Jesús
me dejabas tocar
dulce cuello muslos morenos
mordí la manzana
silencio
tiemblo ante lo desconocido
anhelo de nuevo esa esperanza
vuelve desnuda
compañera de la infancia.

MORUS GOMEZ, México

Dejas

Aun siento tu aroma en el aire
fluye en mi mente tu silueta,
danzan tus dedos en mi piel
suspirando me encuentro por tu ser.

La noche se llena de nostalgia
camino mis besos nuevamente,
imagino tus ojos y tu piel
hueles a incienso de la noche
llenas de paz todo mi ser.

Tatuaste mi piel con tal locura
la batalla perdí entre tus brazos,
manantiales nacieron de tu fuego
naufragando quede en tu regazo.

Distancia , distancia que llega siempre
dejando tu hueco en mis brazos,
tu aroma en el aire que respiro
tus caricias arrullando mis latidos,
y mis labios pronunciando que te amo.

NORMA MARCHETTI, Argentina

No llores

Descubre utopías absorbiendo el alba,
despliega ilusiones sobre los mañanas.
Elige la llave… e ingresa en la vida
no llores el tiempo falto de salidas.
Quítate los filtros… cautiva las gamas,
comparte las cruces que carga tu espalda.
Sécate los ríos que surcan tu rostro,
desecha tus celdas entre los despojos.
Levanta tus ojos… abre los caminos,
desanda las sendas… aleja los mitos.
Despierta y aprende… todo es efectivo,
enciende candiles sobre tu destino.
Nada avala el riesgo… todo es impreciso,
no pierdas los años en los acertijos.
La apuesta está hecha en cada mañana
el tiempo se ajusta entre opciones dadas.
Afirma tus pasos… yérguete en la bruma,
destrona a la muerte que marca las culpas.
Regala sonrisas… la vida es muy corta…
No quedes varado entre las derrotas…

31/07/09

ARGENTINA

ALVARO DE LEON, FLORIDA, URUGUAY

Hace tiempo
Hace tiempo
que tengo ganas de ser imperativo,
de volar y no caer por mucho tiempo,
hace tiempo..
que tengo deseos de atravesar tus murallas..
odiosas...
hace tiempo que quiero seguir siendo
un tonto poeta de tintas azules
y amante de tu rincón sin tardes ....
hace tiempo que quiero romper las manías
y la maldita costumbre de llevarte
las flores de siempre, incapaces
de arrancar un respiro nuevo, hondo, genérico...
hace tiempo que quiero subirme a tu barca
y dejarme mecer por tus manos sin guantes,
hace tiempo....
hace mucho tiempo..
que quiero domirme bajo tu sombra y tus alas,
pero sin una canción...
porque hace tiempo..
queno tengo impulsos destinados
para abrir mis oídos que ya
no son...
hace tiempo que quiero seguir
arrojando palabras laberínticas ..
metáforas incomprensibles ,anáforas porfiadas
que se resisiten y que se vuelven insolentes,
hace tiempo ...
que quiero dejar la hoguera encendida
para aquietarme...
intimo....
y quedrame allí...
como....
hace tiempo....

hace tanto tiempo....

JORGE CONTRERAS / MEXICO

Enlutado

Hoy vuelvo a sentir mi duelo más profundo
Mi esperanza o anhelo de retoño se fue en la noche que dormía.
Sabía que el jinete de hueso colmado cabalgaba cerca
Amigos se fueron, y pensé que su hambre nunca llena se iría a otra parte.


Hoy no tengo ganas de llorar
Sino de entender, comprender en la más honda entraña del alma.

OSVALDO MARIN / PUNTARENAS / COSTA RICA

DESIGUALES

No se oye en el entorno un solo ruido;
el estero es una lápida dormida:
sobre la superficie, las estrellas
más parecen luciérnagas que brillan.

Confiado, un pescador deja la orilla,
a oscuras se sumerge y va hacia el bote,
y mientras interroga al horizonte
no vislumbra el final de su aventura.

Acostumbrado al mar (y a su bravura),
donde viene a verter sus turbaciones,
suele arrancarle plácidas canciones
y agradecerle en ellas el sustento.

Cual su barca está anclado …a un pensamiento.
Más hondo aún, un sentimiento anida:
incierto es el regreso; y la partida
lleva la misma dirección del viento.

Un tronco seco que cobrara vida
interrumpe la calma del estero.
Deja partido en dos al marinero
con su hocico salvaje el homicida.

Viendo al feroz reptil en su dureza,
contemplando afligido lo que ha hecho,
comparo con la bestia que en mi pecho
morir prefiere, a lastimar su presa.

Rubén Vedovaldi, Argentina

TRAMA DEL MANTRA


el cuerpo nace a la luz de la luna

en la niebla

en un beso de sol


crece de madre o carece de padre

duerme en su cuna o lo siembra el rocío

viaja

enhebrado en el viento en la lluvia


el día del amor

todo es superfluo menos ese amor



crece


el tiempo surca su luz y su sombra

le arruga el horizonte

le sopla olvidos

temores y ausencias



está solo en la vida y en la muerte


abrazado con alguien

o mendigando amor en cada esquina

es mi cuerpo

tu cuerpo cada cuerpo

puerto vivo del sueño,

hilo suelto

y tejido de la historia

STELLA MARIS TABORO, SANTA FE

--POEMAS PARA LOS NIÑOS


El sapo guapo

Asomando en el charco.
los saltones ojos del sapo,
esperaba ver la luna
para ir a la laguna,
y lanzar su croar
en el largo boulevar
entre él y el ajuar
de soña sapo en su hogar
ocultada y aguardando
el amor de don Sapo
que se sabia muy guapo.
Cuando la luna brillaba
y su luz alcanzaba
a alumbrar el boulevar
entre nubes al azar
despertó a doña sapo
esperando al sapo guapo..
y cerquita a la laguna
se abrazaron haciendo cuna
entre sus brazos muy verdes.
Y la luna no veian
entre los juncos muy altos
donde se amaban tanto
doña sapo verdolaga
y el sapo que la halaga
hasta llenar con fortuna
huevecitos en la laguna.


El gato ñato

El gato ñato,
no era un gato cualquiera,
no se parecia a ninguno, siquiera
porque era de una rata ,amigo
y además le gustaban los higos.
El gato ñato
con su raro olfato
no jugaba con ovillos de lana
sí con la cola
de la rata vegetariana.
La rata no se disgustaba,
era amiga de un gato
y dormía en un zapato,
sin cordón y bien chato.

...

La homiguita Tina
salió del su hormiguero.
guiaba por su olfato
hacia el azúcar en un plato.
El plato estaba tan alto
que sintió gran espanto.
Debía subir muy alto
por la pata de una mesa,
pero vio que una fresas
habia tirado Teresa
y en el suelo se encontraban.
Tina, no se olvidó de sus amigas
y llamó a las demás hormigas
que llegaron haciendo fila
,hasta las fresas sabrosas
que esperaban ansiosas
dormir en el hormiguero.





Mi tortuga

Periquita se llamaba,
la tortuga que habitada
escondida en el jardín.
Un día la descubrí
y casi la confundí.
Pensé que era una piedra
pero era su cascarón
que como hiedra apretujada
a la tierra estaba.
Escarbé un poquito
y un poquito más
pero ella no asomaba.
Mamá me dijo,
que Periquita dormitada
hasta que la primavera llegaba.
Por qué llamarla Periquita.,
era invierno y enseguidita,
otro nombre le di
la llamé , abrigadita.

MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

EL CORAZÒN SECO DE UNA BRUJA DE
Es la damisela de la muerte frente a un espejo ,
donde el rostro del Señor de las moscas ,
entra en el corazòn seco de una bruja .
Las cartas infames del destino
entro en el huero de las miradas indulgentes .
Los vientos de las rosas ya no giran ,
en lo alto de los bares ,
en la pista de baile .
Ya no se siente las risas , ni los sonidos de las guitarras .
El movimiento de las olas no ceden ,
ante el crepùsculo del adiòs .

Ayerím Villanueva, República Dominicana

He decidido


He decidido abstraerme de ti,
Desconstruir el beso tu sombra
La voz de corral cuando el alba saluda
La lenta armonía del caos que se extiende,
Borrar, delete,
Pensar que cuando Dios hizo el hombre, pensó en nada, en un alhelí y después lo peor,
Pronunciar la duda,
Distracción, forma contaminada
Extendida sobre el vacío,
Duele que te quedes y que te vayas que te bese y te despoje,
Duele el abandono del ahora,
El todo nada que se pronlonga en tus pasos, tus pasos,
Hacia dónde van?
Te espera el museo del grito y la perversión de las orquídeas
Todo lo inútil para no vivir puede ser sólo una silueta.

Gloria Dávila Espinoza

LOS 12 CAPÍTULOS DEL HOMBRE AZUL

I

hombres de azul rondando moscas
emergiendo en pájaros de barro
mientras observas el tiempo perdido de Lutero
creces en teorías euclidianas
para ser negros asbestos
para ser sombras de un respiro agorero
o un su desierto en viernes conjurados
de mirarte te miro y
sin embargo sigues siendo niebla
utopía en pésames de esquirlas.



II
azul hombre de águilas
fluyes en paraísos soñados
detrás de carrozas de papel
descalzado de alegrías
como rosa prendida en una espina
para dar besos en bocas sin alientos
y en el ultimo recodo
para ser remiendo de molinos polvorientos
de rotos espejos
queriendo ser mi patria de ausencias
pero no hay nada más que
una mano en señal de adiós
accidente de sonrisas al vientos huracanados
creciendo en la higuera.





III

hombres sin color
sin sueños
sin caminos
ay hombres, hombres…
que suben al monte para ver su pasado
Y…a ver
si alcanzas a amarrarte los pasadores
de tus pies descalzos.




IV

y vendrás
a tomar de tu pan
a comer de su alforja
escarbando la tierra
el fuego y la piedra fría
y vendrás rompiendo llantos
abriendo universos
apagando vacíos
rompiendo ventanas
en un trato
cuyo pacto será
fortunas de almas diezmadas
en donde no cabe más razones
que un caño abierto
para mi sueño herido harta el morir anestésico





V
y vendrás hombre de azul
lazando a un camello
borrando las huellas
soplando el viento
para que no corra más todavía
y entre escaleras
rondando moscas
emergerás en pájaros de barros en carteles
mientras observas el tiempo perdido de Zaratustra
creciendo en teorías darvinianas
para ser razones utópicas en ciernes
para ser sombras de un respiro agorero
o un su desierto en viernes conjurados


VI
de mirarte te miro y
sin embargo sigues siendo fantasma
utopía en pésames de escafandras
azul hombre de serpientes
fluyes en limbos anacoretas
detrás de almas en el purgatorio
calzado de llantos
clavel herido por tu mano
cascabeles e hipopótamos dormidos
nombrando sus lenguas ignotas.




VII

dormirás enredado a ti
intentando mimetizarse en tu pasado
deshojando miradas
para hallar en cada pétalo de tu iris
caminos zurcidos a cataratas
así no entiendas que las penas
se zurcen de lado a lado
y encallando siluetas
al amanecer en tu última estación
tu planeta germinara para ser genealogías
diluyendo tu luz en existencias aliñadas
y bifurcando su redondez serás recta otra vez.


VIII

otra vez, desembarcando sospechas
y en desusados bordes
maniatados tus pensamientos
postergarás tu moneda
agitando recuerdos
ay, hombre de azul
que amarillo color tienen en tus pasos
y
atezado de vaivenes
irás tras la caza de vaivenes como el eco
abriendo un libro prohibido en el desierto
soplando tu dinastía
porque eres piedra de hoguera
solo allí lamerás hasta la sombra
para que no quede nada de ti en el camino.
y bordando tu talle
signaras a mi tierra tu frutos





IX
y mi fruto
gritará sus días
esperanzado de ayeres
sin sentir su pesada cruz en manos
sin oír sus ecos en voz
tus bosques en argamasa
surtirán el sueño de pieles
de leyes y misterios
mucho que hacer
pastar peces
cazar alondras
porque de ti
no aprenderé sino mi
brillo en mis labios
surcando en tu gesto
y aprendiendo tu azul sueño
velaré tu piel en esta existencia
para que ser 21 gramos otra vez.




X

otra vez volaré
para traerte en mi llano
en mi desierto
en mi cumbre
arrancando la leña
ovillando tu cabellera
en la señal de un vuelo
que a mi diestra ha posesionado sus ojos
y para que no sufras más todavía
fumaré un cigarro
para ser garabato en un cometín
que surcando el horizonte
para no perderme
en tu capa de piel
perfume tu sexo hombre.




XI

hombre, sumado a tu eslabón irás
disculpando momentos y destinos
en alegrías repletas de bosques y misterios
de irisadas bandadas de palomas
dominados por el arañazo de tus ojos
surtiendo destinos a granel
porque te has hecho desiertos
por eso miraré a través de tus venas
para hallar el cincel de mis olvidos
a tu piel detenida en tu amanecer
que espera su sentencia última.


XII

sentencia última de amar su redondez
en sus iris abarrotados de espumas
urdimbre de promesas
himnos de Agamenón
vetustos caminos de caballos
cascos y crines
y en ésta que es la hora última de tus desvelos y vestiduras
no más habrán sonrisas que estrenar
ni encajen en tu plumaje y cabellera de musgos
sólo estará la espada a la diestra
cubierta de negras mariposas
enredadas a tu olvido sánscrito para darte
tu último adiós en réquiem
cantando con Penélopes y Aquiles.

Gloria Dávila Espinoza

VUELCOS


Hay un vuelco sin fin, amando sus instantes
que no me tiene sino rondando sus esquinas
que va tras mis pies y me arranca el corazón con sus garras
que son infinitas penumbras que trasvasan mi alma en llagas
repleta de espinas y abismos negros en su polvo
filtrando en mi esencia desde antiguo
sulfuro y magma de soledades.

Hay una lluvia sin fin, que corre por mis fauces
cual saeta de ácidas hieles para mi éter
fragmentándola en una y cien mil
anquilosando mi dolor en alforjas de pieles curtidas de tu ausencia
que vienen y van, que llevan entre sus lanzas
miradas llagadas que son siglos de quebranto
que hace toda una eternidad golpeteo sin fin.

Hay un sentimiento anacoreta que agolpa mi vivir
alejándome de su sol y lejos de ser pájaro
soy sólo herida abierta en caños ancianos
y perdiéndome en el confín
me entrega a la locura de ser dagas filosas
que entre uno y mil se ha convertido mar en llantos
que persiguen mis huellas carcomidas por el viento áspero
pesadillas de ácidos lechosos
que supuran vuelcos de espinas para mi espanto.

Hay un vuelco sin fin
que no sabe si es mi aorta
mi calada forma de pigmentos rotos
sufriendo lo indecible
porque mi mar no es más mi roca
porque mi roca no es mi llanto
y mi llanto no es más mío sino del fuego
que aquilata mi pesar
para ser pared de rostros curtidos
por el olvido fractal.

Hay un vuelco sin fin
que hoy me dice adiós
y luego me besa
en la frente
signándome al exilio
de su luz
que gota a gota
me cercena el alma
para ser la nada de la nada.


Tingo María, 2 de Junio 2009

René Dayre - Cuba

PAISAJE ONÍRICO


Cuando el sol se pone detrás del lomerío
el vuelo de una paloma surca el cielo.
Y entonces aquel hombre,
que nadie sabe de dónde vino
con una voz muy antigua exclama:
“ ¡ Ha llegado el reino de la Infamia! “
Pero, nadie le escucha, porque todos están muertos,
o dormidos.

Maritza Luza Castillo / Perú

Elegí Vivir

Desde lo mas entero de mi ser
Elegí vivir
Elijo las tardes
envueltas en difusas semi oscuridades
elijo cualquiera que conozca un espíritu humano
elijo la voz de un alma que encierra un enigma
elijo los campos dorados
las lustrosas puntas del maizal incendiadas por
el astro rey
Elijo la retrospectiva,
la misteriosa niebla
y mi fe en mi intimo orgullo
Elijo mas que un aspecto físico
elijo el insinuante timbre
capaz de comulgar con mi alma
Elijo expresarme vibrando con cada frase subitánea
Elijo las rosas, su aroma,
Sus soberbias fantasías de luz y paz
Elijo el asombro que brota en mis labios
El horizonte alzado con majestuosa lentitud
Elijo la mirada afligida que quiere acariciarme en el vacío
Elijo la claridad de mis pensamientos,
Innovando mi espacio con en una luz diferente
Elijo el sonido del perdón, con una sonrisa abierta
Elijo por ultimo
el designio de Dios diciéndome
Que soy su mas sincera creación


Maritza Luza Castillo / Perú

María Teresa Andruetto / Córdoba Argentina

Interior con amigos


Cuatro los botones de tu abrigo
y los cables colgando en la habitación
vacía como tus piernas flacas y la luz
fría del fluorescente.

Tres los poetas malditos, los hijos,
los amigos y vos colgada de las nubes,
se diría, siendo libre.

Dos las botas de caña larga sobre el piso
la mirada bizca y el pelo suelto
desprolijo colgando del cielorraso
como tu amigo.

Todo es precario, está por hacerse,
menos tu erotismo que se
desvanece.

María Teresa Andruetto / Córdoba Argentina

Yo quería grabar un álbum que hablara de caballos
y te pedí que me sacaras una foto para la tapa.
Una foto que haga historia, dije, y vos hiciste ésa
donde yo no era hombre ni mujer. Habíamos dormido
demasiado. Me puse aquella ropa que era como un uniforme,
en la calle y en el escenario. Nada de asistentes,
dijiste, quiero un triángulo de sombras. La luz
ya había muerto entre nosotros. Me pediste que me quitara
el saco porque te gustaba mi camisa blanca
y yo me lo puse al hombro, como Sinatra, y lo sostuve
de un extremo para que no cayera. El álbum
empezaba con esa frase que solía decirte por las noches:
Jesús murió por los pecados de alguien, no por los míos
y la frase que hubiera cabido en boca de mi madre
se mezcló con la canción de una chiquilla suicidándose.


María Teresa Andruetto / Córdoba Argentina

Valeria Duque, BRASIL

Espejos

Un viento sin paisaje
baila en la orilla de la luna
un rostro de espectros
pinta el lápiz de la memoria
Al fin
vuelvo a amanecer como un grillo
que canta mentiras
y camino
para olvidar espejos

JUAN SAGARDÍA / SANTOAMOR

PASIÓN

Jazmines y suspiros
presagio resistente,
pecaré en las tinieblas
después de tus besos,

Extiendo mi roce
desde el inicio de mi piel
comienzo en la caricia,
audacia que se propaga.

Me digno sinvergüenza
lleno de lenguaje carnal
mientras un incienso
se consume a un costado.

Relumbra la corrupción
en la superficie
imágenes cobrizas
serpentean en una sábana.

CARMEN GÓMEZ MENÉNDEZ / MADRID / ESPAÑA

VUELO RASANTE

Dirijo mi nave,
en un vuelo de reconocimiento,
viajaré primero
por las coordenadas que me marcas y,
después,
cuando atraviese las tormentas de arena,
el mar de dunas y el desierto de rosas,
colonizaré tu oasis,
pulverizaré tu planeta triste...

No te sitúes lejos de mi canción,
deja que la mancha azul
que tiñe el cielo de mi pensar,
impregne nuestros sueños de día,
días de sueños para noches despiertas,
donde se cocinan mis poemas,
poemas que acarician tu imagen
en vuelos al ras.

Carlos Ardohain

opacar


Empecé a pensar
que llegar al final
era cosa de no creer
me di vuelta en el aire
para caer hacia arriba
me arrastré a la par
de mi sombra
ignorando el ángulo
que nos separaba
sintiendo en la suela
de mis zapatos
esa desolación de frontera
en el filo de la luz
como si fuera necesario
dejar un rastro
para la memoria
sangrando oscuridad

Carlos Ardohain

Escribo contra la corriente, porque escribir significa creer todavía en algo, porque si no lo hiciera la pulsión de muerte me arrastraría, me pasaría por arriba, me borraría del mapa.
Escribo para no arrepentirme de no hacer, para interpelarme, para sacarme la máscara y dar la cara por mí, para prolongar la función más allá de los bostezos del público postergando indefinidamente el acto final.
Para sospechar que pasado un tiempo vos estarás leyendo y llegado a este punto pensarás: otra vez el recurso de interpelar al lector, pero no podrás dejar de leer porque si lo hicieras el texto moriría.
Porque mis palabras pretenden tejer un conjuro, porque escribo como quien construye una máquina inefable, un mecanismo preciso cuya función no se conoce todavía.
Escribo sabiendo que será inútil pero lo haré de todos modos, añorando la alegría de los que saben o creen que todo es un sueño, que nada merece ser tomado en serio, que el tiempo no existe.
Escribo porque es un acto físico y para mí es igual que dibujar. Un trayecto, un itinerario, un paisaje, casi un retrato.
Porque creo que la palabra tiene poder, que materializa y concreta, que puede sanar, revelar, ser transformadora.
Y también porque escribir es hablar en silencio.
Y es económico, mínimo, verdadero.
Y porque implica no estar solo.
Escribo porque todavía soy capaz de amar.

MONICA ROSS BUENOS AIRES, ARGENTINA

Verde

Te besa mi boca vegetal,
famélica planta que devora
tu boca ardiente ... tentadora,
tus labios, alimento de mi boca.

Me besas y entregas en el beso
el zumo, la esencia de tu ser
que viertes queriendo y sin querer,
que pierdes a sabiendas de perder.

Los pétalos te rozan sugerentes,
obsceno, el cáliz se entreabre
el tibio contacto de tu piel,
templa la frescura de las hojas.
El beso que te ofrezco es una herida
que voluptuosamente te enamora.

Los tallos reptan cada palmo,
lentamente circundan tu contorno,
eres guía de mis ramas envolventes
que perdidas se entrelazan en ascenso
buscando la luz de tus pupilas,
trepándote, aunando nuestros cuerpos.

Y aún sabiendo que eres
víctima segura, te aproximas
al verde y mortal mordisco artero
que te quitará el aliento y te hará mío.
Tal vez porque sabes que me llevo
tu ánima en el beso, pero tomas
mi vida en la savia que te entrego.