SERGIO SARACHU, Neuquén, Argentina

Probemos
.
(...) entre la vida de lo que digo
y el gentío de los paréntesis
está el placer.
Por eso desenvaino tus últimos botones.
Rehago tu voz en el teléfono
-la autopista sin labios donde se vive a fondo-
y palmeo en la espalda a cada letra
para encontrarle el sonido que calza.
Y entre nosotros una explosión, una humedad insólita
con la piel que sostiene el aire
y consuela el formón de la mudanza
de uno de estos días.

La eternidad del placer se asila
en el tránsito que somos,
en las oraciones pasajeras
que dejan su huella de cascos amarillos y creaciones a la pasada.
Y en el abrazo que quiero darte infinitamente
cuando me digas: probemos, (...)

SERGIO SARACHU, Neuquén, Argentina

Caída libre
(…) guardé tu voz en la valija con la ropa de invierno y cada tanto me la pruebo, la combino descalza, me subo a una silla y la escucho desnuda, me dice lentamente
disimulando las cervezas de hace un rato.
No me hacen bien ni tu voz, ni la distancia, ni esa mierda de ropero que te esconde para que no me consumas dulce.
Sacude sus temblores contra la ventana.
Rompe los vidrios
y me lanza desde el octavo piso.
Caigo sin gritos, sin ser noticia,
abrazado a una campera azul
con el logo de Quilmes (…)

MAGDALENA, España

Te regalo

El revoloteo de las mariposas en mi estómago
cada vez que apareces al final de la calle,
las palabras que garabateadas en miles de papeles
empiezan y terminan con tu nombre,
el jarabe que dejan en la boca nuestros besos de miel.

Te regalo

Mi colección de perfumeros
con los olores que sugieren tu continua presencia,
un paseo de manos por tu cuerpo,
un ejercito de dedos explorando tu espalda
y un bombardeo de besos estallando en tu piel.

Te regalo

Los amaneceres que me encuentran escribiéndote
y los atardeceres de final de verano,
el olor a tierra mojada y a hierba recién cortada,
a mar madrugador en una playa desierta
y a libro recién abierto.

Te regalo

La última sonrisa del día y la primera de cada despertar
mi escoba voladora para jugar con los gatos en los tejados
y danzar con la luna en noches estrelladas,
los poemas y cuentos que provocan tus risas y tus sombras
en las largas tardes solitarias.

Te regalo en fin,
mis pocos sueños y mis muchos deseos.
Pero a cambio quiero que tú me ofrezcas
una de tus sonrisas.

Elisabet Cincotta, Buenos Aires, Argentina

PERDÓN
Caminó hacia la puerta. Cada paso imbuía un recuerdo, un sentido de momentos célebres, victorias, pérdidas, trances pasajeros de amores ya lejanos.
Sin premura la cruzó, no acusaba la desolación que invadía su cuerpo extremadamente vacío de sí. Se detuvo un instante, llevaba una mochila, le pesaba demasiado para los pocos objetos que cargaba.
Inútil sería dejar el trébol de cuatro hojas que ambos habían recogido en la plaza de su juventud, ni el pañuelo con que secó sus lágrimas cuando murió su padre o el retrato de sus hijos del año nuevo, aquel de la pobreza.
Volvió sobre sus pasos, entreabrió la puerta, y casi en un susurro le dijo: te perdono.
Reinició su ida sin lágrimas. Su mochila... ya no pesaba.


de "Bordando la despedida"/2007

Marga SEOANE, Buenos Aires, Argentina

AMANECERES

En mi oídos escucho el eco de sus voces
con su desprecio
su desaire...
y canto bien alto para no oírlos.
Quisiera desatar aquellos amaneceres
y dejarlos volar como si nunca
hubieran existido...
suspiro y ... flotan en mi memoria,
como el duende pequeño de gorra roja
burlándose de mi desolado amanecer.
Ya no espero ni siquiera el murmullo
del rocío caer...
solo están los actos cercenados
acurrucados en el muro del silencio...

PABLO QUERALT, BUENOS AIRES, ARGENTINA

del libro inédito: CARRERA




En esa espasticidad de actor ese motor comienza

la carrera


aquí allá


uno es fuerte en otros lugares y en otros

no


esa gimnasia sin riesgo



DONDE SE SABE LO QUE MUERE Y LO

QUE NO


Un baldío

En el silencio veo

una luna ceniza un reflejo



en aguas servidas

casi charcos del pulmón

al salir de la laguna



RANAS, RANAS CROAR GRITAR


Morir oyendo esa música

esa luz que apenas alcanza

en lo vestido en lo desnudo de lo que amás.

Jorge Lomuto, Buenos Aires, Argentina

LÁMPARA DE DICIEMBRE

Brillan las luces de la Nochebuena
en el alma de todos.
Quiero sentirte cerca de mi mesa,
en tu semblante detener la vista,
ser un diálogo azul pleno de estrellas asociado
con tu voz bienhechora.
Hay luces en las almas de los seres.
Aunque se encuentren extraviados
en abismos de signos aberrantes,
giran destellos en el fondo
que fulguran sin que ellos lo perciban
y los invitan a crecer.
En el margen opuesto contemplo la plenitud
con la aproximación que brindan, generosas,
la mano y la palabra que se extiende
desde el mar de tus prendas.
Quiero sentirte cerca de mi mesa,
humilde pero pródiga,
con ansias de pedir y dar afecto.
Sin duda,
mantengo incorporada tu figura
en las moradas de mi espíritu.
Por eso,
porque luce tu sol eternamente,
te doy mi reconocimiento
desde esta rutilante lámpara de diciembre.

Palmira Burgos Merino – ARICA / CHILE

"LA ZARZA MORA"

Va por la orilla del río
porfiada la zarza mora;
como niña sin vestido
clavando
a quien mal la toca.
Silvestre, roja, sabrosa,
enredada en sus caprichos.
¡Ay! ¡Cómo invitan mi boca
los deliciosos racijos!!!
Quien te probó
ya te adora,
a quien clavaste, maldice
tus raíces
zarzamora;
por que ahí
donde tú clavaste,
espinuda enredadera,
persistes...

Palmira Burgos Merino - CHILE

Apología a la palabra.


A dama tan jovial, imprescindible y generosa
debo rendirle culto, con respeto.
Le haré una estancia con tapiz de rosas
ella el centro, dibujada entre arabescos.

Es hermana, compañera omnipresente
(puede también, ser despreciable e insidiosa)
Es un prodigio, es infalible, es la fuente,
es bendición en los labios si la honras.

Y si el hombre, su amo, tantas veces
la envuelve en suciedad, convierte en daga
para lanzarla con maldad, al que desprecie
volverá a él, para cobrar su paga.

Cuando es noble, con bríos primigenios
sabe empinarse a las máximas alturas
y pervive por todos los milenios
dando a los siglos su sello y galanura.

(Es la dulce soberana que un día
se expresará con santidad ante el sosiego
nos secará esa lágrima escondida
y si hay rencor, apagará ese fuego).




Si es alegre, embellece a los mortales.
Hay quienes viajan amándola en silencio.
Es escudo de luz de hombres cabales
y una antorcha apagada para el necio.


Los sabios, al usarla, le erigen monumentos.
Para el audaz en la lucha es su bandera.
.Ella suele ser la puerta del tormento
y en los niños, sabe a miel por verdadera.

Regio atavío le otorga realeza
un bien mayor no conoce el hombre
puede serle blanda vía a la grandeza
y el cuño de oro para honrar su nombre.

Cuando oportuna salga de tus labios
procura se santifique al pronunciarla.
Que no sea arma fatal de odio ni agravios.
Ella, tan regia y noble dama, ¡la palabra!...
***

ANANEGRA, Buenos Aires, Argentina

Puertas

Quizás
sólo
para hacer daño
donde más
me duele
me disfrazo de mí
y me vuelvo invisible
para buscarte
Era agosto
Allá lejos
donde todo
estaba cerca
Y yo soñaba
despierta
que me dormía
y te soñaba.
Y pasaban las luces
Como juegos de guerra
Por mis piernas
La vida
haciendo señas
a un costado
Yo, deteniéndome
por ella
Para dejarme atrapar
las horas futuras
como ésta
Con el viento
En la cara
Y la sonrisa
quieta
Tuve suerte
de poder llorar
mientras los pájaros
se golpeaban
torpemente
contra el vidrio
llamando
a la libertad
por su nombre
Sorda.
Me sentí
tan inútil
que huí
cerrando puertas
tras mis pasos
Y hoy
evado tus lugares
para no encontrarte
Porque no sabría
perdonarme
si te miro a los ojos
Y aún estoy ahí.

MARIANO SHIFMAN, Buenos Aires, Argentina

ANDA




“Si me olvidase de lo que no he sido,
me olvidaría de mí”.
Antonio Porchia



Levántate, único pájaro del diluvio
acierta a rescatarte
en las migajas de un recuerdo ajeno

Quizá el agua haya borrado todas las discordias
y la piedra destinada a ultimarte
se convierta en punto de partida

No las alas, quedará el viento
testigo de tus vuelos rotos
y del olivo que sigues cuidando

para el día de tu propio recuerdo.

SAMANTHA BARENDSON, ESPAÑA / FRANCIA

El sabor amargo de la infancia
Reposando en la ebullición
De una pava silbante
La noche herida no me deja dormir
Polvorientas pesadillas me tapan la bombilla

Abro la ventana de un noveno piso
Me arrojo por la copa de un árbol improbable
Volando por las nubes de los caños de escape
Sueño un mar azul como tus ojos verdes
Te extraño lejos de ti y de tu risa linda
Cuando desenfrenados
Sudamos en la tela

SAMANTHA BARENDSON, ESPAÑA / FRANCIA

Todo es herrumbre
Desde los autos hasta la sangre de los perros
Que lamen el óxido de la carne en putrefacción
En el borde de la ruta que me lleva lejos de ti
La ciudad se descompone en partículas de ocredad
Desaparecen lentamente
Hundiéndose en el mar
Los edificios color tigre
Vestigios de algo más

GRACIELA WENCELBLAT, BUENOS AIRES, ARGENTINA

Cuando me voy de mí
sufre la poesía.
Caigo en abriles
que siempre se disparan
y llevan al otro lado
de cualquier apariencia.

Espero en el centro del
silencio que una letra
recién nacida ilumine.
/

PATRICIA DIAZ BIALET, BUENOS AIRES, ARGENTINA

AGUALAVA

Agualava cae de mi sexo.
Aguafuerte de químicos poderes.
Agua de prisión desmedida.
Agua de pequeña prostituta subterránea.

Agualava cae de mi sexo.
Pintado artilugio de mis labios.

Agualava aguaceite en borbotón de añeja ingle carcomida.
Agualava aguaceite de espeso puntapié en caída libre.
Agualava en queja de paracaídas.
Agualava en frotación constante.
Agualava por vos mi amor de veinte identidades.

De a sorbos te ofrezco mi agualava paraíso.
Mi edema ensanchada.
Mi rocío de muslo disgregado.

Yo te ofrezco mi dulce artimaña de gacela.
Mi amague de nudo.
El ardor de mi ojo de circo.
O el timbal de cópula en permanencia.

Gruta áspera de pico que penetra
la púrpura pluma de aire cuando gozo.

Agualava y su fluir en cauce anónimo.
Agualava y su tambor en talle de gladiolo.
De gorjeo.
De gruta acorazada.

Agualava por vos mi amor de quince abrazos.
Agualava aguapéndulo de piedra para ser fundido en franja de furia.



http://www.el-descubrimiento.com.ar

Marcela Somoza, Buenos Aires, Argentina

CONFESIÓN


Si supieras el misterio
que deja

tu anochecer

de nube que muta
inaprehensible

sobre la escarcha
de mi corazón.

Pablo Cassi, Chile

Conflicto Sentimental

Este día de lluvia París no fue amable contigo.
Podríamos viajar a Sudamérica,
a una flor que nos espera con su perfume.
Tu no sabes vivir sola.
Bajo mi almohada está tu nombre
y este oficio de amarnos
en un orden correlativo,
capaz de torcer cualquier conflicto.
Convivo con tu nostalgia
con tus ojos que restriegan el alma
conoces el recuerdo que construyó esta historia,
una palabra en la primera página del diccionario.
Algún día habrá tiempo suficiente para
querernos,
las caricias se atreverán más allá de los
primeros gestos
y el amor se declarará culpable.

Marcela Somoza / Buenos Aires, Argentina

Tiemblo


La arena sostiene
lo que lo que soy

peregrina sin habla
de incierto final

sombra de mi sombra.

RICARDO PABLO FRANCO SAN MARTIN, BUENOS AIRES, ARGENTINA

Descalzo

Rozo con las palmas de mis pies
el hogar donde reposa
esta ilusion de vida
vivida a mas de cien
A flor de piel
vivo el momento de este universo
viajero por los caminos del destino
refrescandolos en el agua transparente
de mi rio de sueños
Subo y bajo
recorriendo la espalda del mundo
en el espaldar de los mapas
que como equilibrista de este circo
hago piruetas por los capricornios
de los continente que se abrazan
al ecuador de mis piernas
y me germinan el centro de mi ombligo
el mantra del dolor
de pisar descalzo a veces tanto desierto ardiente
orillando las trampas de los dinosaurios
para llegar al final del dia
a la orilla de mi cama
y calzarme los sueños que me haran recorrer
los mundos de mis musas inspiradoras.

NIDYA GARZON/ BOGOTÁ, COLOMBIA

Tu lengua...

Tu lengua
circundó la tierra
de mi musgo.
Revolcó la saliva
de las madreselvas
que crecían en mi boca.
Al borde de la noche
transformó la quietud
en tempestad de arenas
y las manos
se convirtieron en oasis
sobre tu desnudez.

Ramón Carballal Durán, La Coruña, España

No quiero virtud, quiero deseo


Y ahora la virtud como una moneda
que compró pétalos. Pienso en galerías
que el insomnio cicatriza, en huérfanos
que aman las axilas del desprecio, en el
crepúsculo, la noche, los labios inmensos
de tus columnas. La vida era entonces exigencia,
metacrilato en los poros del deseo, añoro
la casa que sumaba nuestros cuerpos, pequeña
como un beso entretenido, nos cobijamos
en ausencias para no ver el desnudo del silencio;
hoy las horas producen sombra, tal vez olvido.

Rodolfo Quintá, Santiago de Compostela, España

Te amo

Lo adivino en la mano
porque crecí en un patio
con aroma a jazmines

Te amo

Como ahora
amo las ventanas
cuando dan a la calle

Todo pasa
algo
queda latiendo

El tango va en tus ojos
como un diamante negro
se reparte en las mesas
y me siento más bueno
creyendo
que te amo

Los animales rompen el asfalto
león ciego que duerme
los presidentes que elegimos.

Ana María Manceda, San Martín de los Andes, Neuquén, Argentina

HABLEMOS DE AMOR GENERO POESIA.
Autor: Ana María Manceda
( Poesía seleccionada para antología “ Argentina en versos y prosas” de Ediciones Raíz alternativa ) Edición en Junio 2006.Buenos Aires.

Hablemos de amor...
Ligeramente, apasionadamente, como quieras
Hablemos, solo hablemos.
Ignoremos por un rato las miserias humanas.
Ignoremos por un rato la pobreza, los suicidios
Sobre todo los del alma.
Hablemos de amor..
De ese amor que nos permita
andar descalzos por la tierra y cobijados de piedad.
Hablemos de amor...
Mientras escuchamos la ligera melodía
que produce el temblor del planeta en su veloz viaje.
Hablemos de amor...
Recostándonos sobre la lava seca y fría
disimulada por hierbas y bosques.
Hablemos de amor...
Quizás aparezcan duendes mágicos
que pinten de colores sonrisas universales.
Hablemos de amor...
Quizás cuando nuestras miradas
Se bañen con gotas marinas
nos olvidemos del ligero temblor de la tierra
y vos y yo nos amemos apasionadamente
vos y yo nos amemos de tal manera
que pudiéramos derretir la lava seca y fría
que se esconde debajo de la hierba.
Por ahora solo hablemos... hablemos de amor.

NILDA ANTONIA PIGAZZINI, Buenos Aires, Argentina

DEDICADOS: de Nilda Pigazzini a Liliana Varela


Dia 16 / Diciembre 2008--- 18 hs.
Cumple Liliana Varela Al borde de la Palabra

El duende la luna y yo nos preguntamos
Hasta donde germina la locura del poema ...
Cada vez que imagino se quebranta la estructura
Todo se moviliza la emoción invade
Mi espíritu se eleva,,,
Feliz cumpleaños Liliana…
Te desea …
La poeta de la luna y el Duende de la Plazoleta
Que se adhiere a los festejos
Mientras la Virgen Morena ilumine en la noche
La luz de tu inteligencia .
En este día especial 16 de Diciembre Año 2008
Al borde de la palabra
Te regalo este poema que es lo único que tengo
Y si esto fuese poco …

Te pentagramo la vida
Con el amor del después
Y el reciclar de los sueños

Hasta todos los cielos
Liliana Varela Nilda

Tania Alegría, Portugal

Sur

Tengo un arcón lleno de Sur en el desván
y un mensaje cifrado para abrir la tapa.

Se debe decir tajo sin mencionar la anchura de la herida,
se debe decir tren sin referir andenes,
y otros vocablos, como pan y madre,
palabras con la fuerza de la proa de un barco
rompiendo olas en el mar abierto.
Cumple decir exilio.

Tengo restos de Sur, como migajas,
en el plato de peltre de la infancia.

Hay demasiado verde en la memoria,
afectos de rodillas en las torvas cavernas de los años,
verdades como puños que mutilan
cada proposición del silogismo
en que se ampara mi armazón de carne.

Alboroza un escándalo de trópicos la sospechosa paz de mis suburbios
y por eso los perros del olvido rastrean las orillas
husmeando en los trillos mar adentro
la sangre en mis pisadas
siempre que parto con mi exilio a cuestas.

Ana Muela Sopeña, Bilbao, España

DIOS DE CREACIÓN


Tiempo
luz
silencio
agazapado en lluvias que habitar.

Espacio
sombra
palabras
contenidas en mundos del abismo.

Yo
cáliz
diosa
en las nubes rojizas de tu arena.


espada
dios
de creación vestida de metáforas.

Antonio Urdiales, Talavera de la Reina, Toledo, España

Esa aguja fría del silencio




Lo que me hiere de ti
no son las dentelladas en seco
que incendian verbos de agónicas quimeras
derriban los muros de mi celda
y le arrancan mudos acordes a mi queja.

Lo que en verdad me hiere de ti
es esa aguja fría de silencio
que me clavas sádica en los ojos
cuando escondes al aliento las palabras.

Alba Estrella Gutiérrez, Buenos Aires, Argentina

hay un lugar

para "Al borde de la palabra"

hay un lugar intangible
donde el corazón
desanda sus latidos
con pasos de fugacidad
y recuerda los sueños
en la memoria ausente
de pájaros dormidos
hay un lugar
para velar la muerte
dios se viste de naufragio
para celebrar su infierno
y duele el amor
hasta el fondo del alma
porque el amor duele
cuando dos que se amaron

se despiden

Mercedes Sáenz / Tigre, Buenos Aires, Argentina

AYER

Nadie en este oscuro cemento
que lamenta sus grietas en tierra y basura
Nadie que devuelva mi nombre desde la alcantarilla
y la voracidad de la última lluvia
Pregunté por mi cuerpo quién tenía
la oscura mudez de llorar mi nombre.
no hay sobrevivientes en la voz mendiga
que dice
nada.
Ayer lo oí.
cuándo la tarde intentaba resumirse
dejando una sola línea de horizonte
ancha y circular
yo era isla de borde en los azules
pisó mis pies
sin decir nada su espuma,
con un dejo de inmensidad.
tiernamente,
con la mirada plana de unos dioses.
Sacó espinas de mi boca
los párpados volaron pájaros
y yo sabía que me iría primero, obediente
detrás del vidrio blando,
dónde no puedo verme.

Alicia Abatilli, Córdoba, Argentina

Mariano Estrada, España

Os mando un poema que dediqué a mi mujer hace muchos años (Fue escrito en los primeros ochenta) y se lo quiero seguir dedicando.



TUS OJOS

A Rosa

Tus ojos silencian la noche,
tan llenos de calma,
tan quietos.

Tus ojos acallan las ramas,
juguetes que bailan
al viento.

Tus ojos envuelven la niebla
que llena la alcoba
de sueños.

Parecen dos leños que arden
quemando las noches
de invierno.

El cielo se agolpa en tus ojos,
tejiendo la noche
de negro.

Tejiendo las horas nocturnas
de cosas que quitan
el sueño.

Tus ojos, mujer, amontonan
calor de mis años
enteros.

Los años que fueron perdidos
de noches gastadas
sin ellos.

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Del libro "Mitad de amor, dos cuartos de querencias"

Amparo Carranza Vélez, Buenos Aires, Argentina

Para Juan, mi amor y gran compañero de pasiones.
GUERRERO.


Caerán las barreras del tiempo,
que te han apartado tanto de mí.
Se deshará esta cárcel de huesos y piel.
Será bello.
Será bello ver detrás del velo.
La verdad.

Despojarás las armas que llevas sobre ti.
Ante mí no servirán.
Sabrás que no hay derrota ni victoria.
Y el filo de tu espalda será una gota de agua sobre mí.

Y detrás de cada campo de muertos y cuerpos,
encontraré la música del alma.
Los cadáveres desaparecerán en la noche.
Para dejarnos el campo libre a nuestro paso.

Tu armadura será seda en mis manos.
Tendrán el brillo que deslumbra los sueños.
No el brillo del temor.

El humo de las batallas
será el nuevo velo de ensueño.
Vibra la tierra
bajo el golpeteo de los cascos
de los caballos guerreros.

Y la fuerza bélica de tus manos
se deshará bajo mis besos.
Lavaré las cicatrices de aquellas epopeyas inciertas.
Seré el hada de agua languideciendo el metal de tus armas.

Un búho chilla con el brillo de la luna.
Y los bosques crecen para tapar las huellas.
De odio y sangre.
Las hojas de las madreselvas dibujan otra tierra.

Como yo dibujo una nueva mirada en ti.
De a poco, casi imperceptiblemente.
Silenciosa y lenta.
Mis aguas invaden e inundan la fuerza del hombre.
La doblegan.
La vuelven tan humana y suave.
Cae finalmente el guerrero entregado
al seno azul.
No hay más guerras.
Ni conquistas.
Ni comunidades de treguas.

Solo es oscuridad táctil y liquen de mujer.
No hay más tierras por conquistar.
No hay más luchas sin fin.
Olvidadas se ahogan las guerras y los lamentos bajo la luna.
Solo podrás llevar la insignia dentro de ti.




19 de Junio de 2006.

Lulú Colombo, Argentina

ÉXODO

Lulú Colombo


Vio la tierra adornada de pájaros
Y en los surcos acurrucarse el trigo.
Vio la planicie rosada y se devastaron
sus ojos sin comprender el hambre.
Vio un hombre triste que
llevaba un niño de la mano.
Vio manos alzadas al cielo suplicando
Y otras empuñando piedras
Y también otras, muy blancas, impecables,
firmando acuerdos.
Vio la ciudad que llora a sus ausentes
Y la que ríe por los que ha echado.
Siguió andando y vio otros hombres,
Eran miles y también llevaban muchos niños.
Iban en grupos por todos los caminos
transitando las huellas del desgarro.
Vio el trigo verdear en el mullido surco
Y en ese atardecer de blancos pájaros,
Lloró.
(*)Poesía-imagen del libro "Protextos - Poesía Social" - Editora Ciudad Gótica - Rosario Primera Edición - septiembre 2004.

Ana Paciello, Rosario, Santa Fé, Argentina

El todavía de tu estar

En la carretera,
los fantasmas del pasado,
saltan fatídicos,
a la caza de culpables.

Las calles indolentes,
incitan atropellar,
secreteos áridos.

Voy o vas o vamos
acunando soles,
murmullo de tus manos quietas,
... en el umbral de la palabra.

Decirte amor es poco - Jorge Humberto, Covina, Portugal

ECIRTE AMOR ES POCO


Muchas veces me cuestiono y llego
siempre a la mesmísima conclusión:
no se, en verdad, lo que sería de
mi, sem tenerte a mi lado, Nan.

Ah, bien-dicha, Mujer, que prendes
mis días y mis noches, con tu
incomparable ser, que no exige mas,
que ser comprensiblemente amada.

Al final no es lo que todos anhelamos?
Y si un amor es sincero, como el nuestro,
todo suplanta, con gallardía extrema,
sobrpasando mismo todas las distancias.

Saber, que todo comenzó con un simple
«si», de allí hace estrada y conocimiento,
parece poco, a quiemn nunca aquí amó,
que en nosotros es vida y alegría, de bien vivir.

Pasa el tiempo irresoluto; permanecemos nosotros,
que somos mayores que todo eso, que
condiciona el Hombre y acaba fragilizándolo,
si poco seguro, de lo que corre en su pecho.

Dedicado: de Nilda Pigazzini para Liliana Varela

Acaso...dijiste

Me voy por un rato
cuando en las tardes
caminabamos en el ocaso,
la luna oscurecía
el resplandor de los ärboles

Solos extraños
puros en el páramo
soliamos acariciarnos,
Era un largo espectáculo
Las sombras danzaban
Como aleteos coordinados
de pájaros...

Refugiados sin descanso
una tarde partió

por un rato .

Dedicado: de Luis Ángel Llarens a Montserrat Solís Carnicer en su cumpleaños

HACE TIEMPO


Hace tiempo que hay colores Montserrat

avivándole el ánimo a la gente.

Abriéndole ventanas a corazones mustios.

Invitando a jugar abriendo puertas, descorriendo paisajes,

despertando a dormidos, somnolientos;

sacándolos afuera de grises encerronas. Hace tiempo

que hay un ritmo Montserrat en el aire

revelándonos sueños que nos despiertan. Hace

bastante tiempo que hay colores Montserrat alertando

sobre el inconveniente de no ver los colores,

de no sentir colores en el aire,

de no verse a sí mismos en colores…



Ténganlo en cuenta para que no se sorprendan

cuando vean a Montserrat blandiendo sus pinceles

contra la desazón, y disparando

saetas bermellonadas,

vientos esmeraldados,

ráfagas cadmio de amarillos limón,

vendavales de azul ultramarinos,

metralla de naranjas,

aluviones de todos los colores

contra la blanca, blanca, blanca, estela de la muerte.




Luis Ángel Llarens

7/12/2008

Susana Stefanía Ceruti, Buenos Aires, Argentina

ESCULTURAL
-P.154

Surges de la nada, de que todo disuelves
como la noche que se cubre con estrellas
con el lucero que brilla y la hace bella
distante y negativa crees que todo resuelves.

Dolor de la soberbia que encuentro en tu quimera
entre nubes de sal con esa paz sin quejas
camino por tus formas, y encuentro que te alejas
en escondites negros que mienten a cualquiera.

Escultural y armoniosa, me matas sin alivio
con triunfo en la mirada me echas a la muerte
letargos me consuelan y busco mal mi suerte
en otros brazos, el amor de mi pecho entibio.

Tu vida de mentira me ajusta la garganta
Halo de luz, camino, camino tu momento
fangal innecesario me exilia este tormento
de los muros de piedra que tu mirar levanta.

TOMAS DE LOS REYES BURGOS/ ESPAÑA

Tiempo con un Zapato Extraordinario.


Rueda del tiempo que gira
Hacia adelante , nos guiará el amor
Desde su pedestal, el sol
Con esperanza nos mira.
He visto pasar varios dias como hoy,
En que los kilómetros nos hablan en silencio
Y sus palabras reverdecen antorchas.
Por eso, sin preguntar el color del viento,
Al ver pasar tan preocupada la melancholia,
El tiempo se levanta sobre mi hombro
Ante el bostezo inoportuno del mañana que soñamos.
-el tiempo y yo soñamos alguna vez
cuando el futuro jugaba a ser una palabra vacía.
Hoy han venido
Con alas de futuro
Ángeles diferentes, con las manos azules,
Algún que otro dolor, mis soledades,
Que brotan de una luz que el tiempo me declara.
Este tiempo que hoy rueda
Sobre antiguos letargos y canallas,
Besa la luz para que el amor pueda
Vencer tantos abismos y batallas.

JUAN RICARDO SAGARDIA (SANTOAMOR), Argentina

TANTA RESERVA

Habitación
colmada de pequeñas
evocaciones

Un país vacío
entre estas cuatros paredes,
de reinos
que ya dejaron de existir.

El espejo anticipa
que solo vive mi sombra
en nuestra casa.

Utopía
tan reservada
como si estuviese
en la arena,
a los pies
de un océano.

A Tiempo / TOMAS DE LOS REYES BURGOS/ ESPAÑA

Las cosas llegan siempre justo a su hora.

En el reloj de Dios jamás hay prisa.

El timonel del mundo no improvisa

Ni se adelanta el tiempo, ni demora


La impasibilidad con que labora

El Dios Cronos, la máquina precisa.

Así, mientras disfruto de esta brisa,

Recuerdo que jamás vuelve "el ahora".



Estamos en un río que no vemos

Donde el pasado queda congelado

E inevitablemente nos movemos

Al mismo tiempo que nos desintegramos

En el agua invisible del pasado:

¡OH, simple material cronometrado!

ASTUL URQUIAGA (H) SAN NICOLAS, BUENOS AIRES, ARGENTINA

La luz emanaba de vos



Dedicado a la memoria de mi madre Marta Beatriz López de Urquiaga.




La luz emanaba de vos
y eras como harina
esparcida a contrasol,
a contracuerpo.

Eras el pan,
la espiga joven
segada en el centro mismo de la tierra.

Y yo miraba con mi primavera
de catorce
tus años como ramas verdes
tu follaje habitado de cantos
trillado como la sombra hueca
de un árbol atacado por insectos.

El silencio,
el silencio luego
era un nido yermo
en la canícula de diciembre.

Y tus manos de agarrar los vasos,
las hojas, las carpetas.
Tus manos de acariciar el cabello de tus hijos
eran huesos marcados
como yeso perfumado.

Tu voz de verano,
inaudible
por remedios, morfinas y sueros
me llegaba en ese silencio
como un humo abrazador.

En la mesa de mi niño mediodía,
fulguraba tu ausencia
con esa luz de harina y pan
como esta memoria
que me aprieta el alma
con tu voz sonora, anterior,
en las tardes de abuelos y chicharras.

Tu planta todavía está en el rincón.
La nutritiva lluvia
sigue trayendo tus lágrimas
a nuestro patio.

JOSE ALEJANDRO ARCE / BELLA VISTA, CORRIENTES, ARGENTINA

Será

Donde y como
Estarás, me
Gustaría en
Verdad saberlo.

Si eres feliz,
Si todavía piensas
En mí y en nuestra
Engañosa pasión.

Quisiera saber
Si aun sientes
Como yo siento…
Ganas de continuar.

Será que me
Extrañas, como yo,
Será que en verdad
Alguna vez me amaste.

Será que al igual
Que yo, te confundiste,
Y creíste haber
Amado de verdad.

Será que en este
Instante, donde
Y como estés, te
Preguntas lo mismo.

Gregorio Riveros - Pampanito, Trujillo, Venezuela

ARBOL DEL MAR

Árbol
naufrago.
Muerto en la playa.
Sin voces.
Sin dolientes
de aguas saladas.
Seco.
Lloras
ausencias.
Esperas un tsunami
que lleve aserrín
a la orilla del mar.

Gregorio Riveros .´.
Pampanito. Trujillo (Venezuela).

Desde el dolor LILIANA GHISOLFO / LOMAS DE ZAMORA, ARGENTINA

En alas oscuras me deslizo
sobre lugares de ensueño o pesadilla
Imágenes de cine,
protagonistas que incorporo
soy la Frida Kahlo de los dolores,
o el pajarito herido de aquél Faro
o me convierto en esa mariposa,
encerrada, sola ,
mutilada y con miedo
en su escafandra…

Sigo de pie, desnuda, sangrando, vulnerada.
Ya nunca podré ser quien era,
algo fue lacerado y hay vacío.

Me transformo

debo buscar en mis raíces.
cavar profundamente,
ser de nuevo vital, nutrirme…

Voy a renacer y seré otra,
Construyendo amorosamente, sin rencores.
Voy a hacerlo por mí, por vos, por los que amo.

ANDREA NARANJO / COLOMBIANA RESIDENTE EN EEUU

Parálisis

Las horas se agrandaron
por un instante
se pensó que el tiempo
iba a estallar
y tendría alguien
que inventarlo
todo de nuevo.
Se contuvo la respiración
el aire sostuvo
su mirada fijamente
al azar y al no-viento.
Alguien caminó
soñaba las flores perdidas
y el mar
lo tenía ya seco en su memoria.
Le sonrió al hielo
del alma
mirándose por dentro
y siguió en silencio
señalándose desde el cielo.

NORMA MARCHETTI/ BUENOS AIRES, ARGENTINA

Nacional N° 10

Como una joya en el tiempo visiblemente velada,
como un lucero que brilla solo en perita mirada.
Con un acervo de historias a sus muros aferradas
y la inocencia de vida que arrinconamos en aulas.
El bullicio en los salones y las miradas furtivas,
La ronda de preceptores y las urgencias del día.

Los nervios por una prueba… el nudito en el pañuelo,
un machete en el pupitre… o una promesa al cielo.
Cuando la vida se inicia como un brote adolescente,
con el luz en la mirada, por sentirse omnipotente.
Cuando el amor nos aborda sin tabúes ni prejuicios
y se queda en los memorias que deambulan los pasillos.

Tanta ilusión alentada… tanto esfuerzo concebido,
tantas ofrendas plasmadas en pizarrones y libros.
Democracias… dictaduras… paraísos… tempestades…
historias que se suceden bajo esos mismos pilares.

Y se aglomeran recuerdos en su abrazo de piedra…
y te acarician sonrisas sobre borradas siluetas…
y nostálgicos pupitres cincelados, se congregan,
para evocarnos sentados en su falda de madera.

ANDREA NARANJO / COLOMBIANA RESIDENTE EN EEUU

El hombre del ocaso
Sangraba su alma
y atornillado a la vida
se aferraba al cemento
de la calle.
En una esquina
parpadeó por última vez
y susurró al viento
El Poema de los Dones.
La sombra lo envolvía
y los rostros
ya difusos en su memoria,
se tornaban grises
y amarillos
como el amarillo tigre
de la infancia.
El hombre de la esquina
lloró para siempre
por todas las voces,
ahora,
abaleadas también
por el silencio.

ALDO LUIS NOVELLI, Neuquén, Argentina

Espejismos reflexivos

A lo lejos
un espejismo hecho mar y reflexión.
El mar - cavilo en silencio -
está en las entrañas del hombre,
su visión es un oleaje frío
en la olvidada memoria del cuerpo.
Este tenaz araucano que nunca vió el mar
presiente su infinitud,
su música feroz rompiendo
desde un tiempo anterior,
y su sabor inmemorial
oculto
en el triángulo secreto de cada mujer.

ALDO LUIS NOVELLI, Neuquén, Argentina

Sentencia

- Detendrás al viento
para que maduren los frutos -
sentenció el viejo chacarero
y el tronco se hizo férreo, recio
se hizo álamo.

Las manzanas fueron jugosas ambrosías
el desierto transmutó en valle y quimera,
se multiplicó el árbol de la tentación
cual panes y peces patagónicos,
y de la red delicius prohibida
nacieron los hijos del viento.

RAQUEL TEPPICH, MAR DEL PLATA, BUENOS AIRES, ARGENTINA

VIENTO VORAZ
Se aglomeran las hojas
de los árboles como nuevas congojas.
Sin identidad y sin avenires .
Claudicando sueños,
enterrando pesadillas sucesivas,
le llaman convicto 05432,
veintidós años de reclusión,
causal, asesinato
en la vía pública de Kilimanjaro.
Inerte como su destino,
en su celda inhóspita
y nauseabunda .
Viento , viento, viento
toca almas desvariadas.

LAS RAICES DE FRIDA, Karina Sacerdote, Buenos Aires, Argentina

(inspirado en el cuadro "Raíces" de Frida Kahlo)



Raídas las vestiduras del sueño
marcas sudorosas de llanto
el vientre que
partido retorna al suelo
echa raíces fatuas
teje revueltas mancilladas de cal
Frida
náyade de arena hecha carne
voz de fronda virtud cautiva
se parte
despedaza el yugo del tiempo
y se vuelve
y regresa
siempre hundida a la tierra
que grita su nombre

Nurit Kasztelan, Buenos Aires, Argentina

Cuando era chica me gustaba
separar los caramelos por colores
antes de comerlos.

Los caramelos
podían quedar cerrados días enteros
hasta que finalmente los abría,
los saboreaba lento
y los tragaba.

Todavía, en secreto
sigo teniendo el mismo gesto
de mirar y no tocar.

La molienda - Nurit Kasztelan

La molienda




Estoy sola como el mundo.
Soy plana como el mundo.

Lo único que quiero
es provocar
un estado de tensión
en el que las cosas se rompan
y no haya ruido.

Funciono como las plantas,
si aspiro demasiado
me ahogo.

En Méjico me contaron
de una mujer
a medida que molía el maíz,
su brazo iba desapareciendo.

Soy como esa mujer
que se muele a sí misma.
me escribo
y desaparezco.

Vos qué te pensaste - Karina Sacerdote, Buenos Aires, Argentina

Te anido en la parte de mí que te olvida.
Repaso el paso cortado,
taquito,
repiquete de agua
goteando ayunos de vos.
Si,
vos que te pensaste
que de mi boca no saldría nada,
se te encueran los ojos
al ver las arañas que se alejan
fabricando una cuerda
para que al fin te ahorques.
Paso la punta del taco
por la baldosa que es límite,
no,
no me verás caer bailando este firulete tajeado,
no me verás abrazada a tu pierna
para evitar tus pasos hacia la puerta.
Piso la colilla del pucho
que me tiraste a los pies
para ensuciarme el zapato.
No volveré a sujetar la rosa entre los dientes.
Vos que te pensaste
que de mi boca no saldría nada,
no te podés tragar la idea
de verte partir.

Suavidad - Carlos Andrés Villa García - Medellín, Colombia

Despliegue de susurros
que surgen sin vos,
susurros que anhelan tu calor
y tu aroma a flor.
Aroma a violetas de verano
y vientos otoñales,
aquellos que manan de tus labios,
desconocidos,
pero que han saborizado
todo una vida basada en una eternidad,
que se palpa bajo pasos,
bajo caricias que se extravían
con una ausencia vana,
a la que no se corresponder.
Vaya momento,
en donde mi alma se exalta
tras el viento!
...Y su caricia, que tras el ocaso surge
en un nuevo claro de luna,
en aquel que por su brillo no declina,
sino que se desencadena
en aquella la susurrante
y oscura noche.
Señora de un día,
que poco a poco se prepara
para un alba que no espera.
Ahora despierto bajo una caricia de luz
y un susurro del viento,
que en extásis de la vida
me hacen sentir todo tu existir
aquella, tu esencia, o en sí,
la TOTALIDAD DE TU SUAVIDAD.

Mágica urdimbre, Norberto Fernández Lauretta, San Luis, Argentina

Humanidad, mágica urdimbre concebida

entre luces y sombras.

Naturaleza tuya,

fragilidad flaqueza

sensibilidad compasión.

Pastora de recuerdos,

fruta redonda y tajada,

silbido del viento, trampolín.

Crepúsculos blancos y negros y amarillos y grises

de la humanidad planetaria.

Conjunción de valores,

tu destino prefijo,

y un puente magno en el horizonte.

FESAL CHAIN / SANTIAGO, CHILE

POSTALES DE FAMILIA

A Same Chain, im memoriam

La mano en la cara,
el codo en la mesa
del jardín frío
leyendo a Frank Yerby
o tan sólo
mirando las ligustrinas
como muro amarillo y verde
sin salida,
envuelto en tu pulcra camisa blanca
de corbata en el jardín
de las hermanas.
Desazón
en tu frente oscura
de ayer
amargura
en tu vida de ayer
y yo ahí
empujando
fantasías
amante de la vida
creando modelos
para armar
y mientras hablo y hablo
en tu propia cabeza
llena de canas
un adiós
un hasta siempre...


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FESAL CHAIN / SANTIAGO, CHILE

CUANDO CAMINÁBAMOS POR LAS IGLESIAS

A mis hijos
grandes pequeños compañeros de la vida.


Cuando caminábamos
por las iglesias enanas
de techos de tejuelas
yo arrastrando
mi genuino dolor
y sus manitos
con miedo al abandono
cuando nos sentábamos
en los verdes bancos de la plaza
o nos acostábamos
en ese pasto amarillo
lleno de minúsculas florecitas
cuando eramos trinidad
y un sólo cuerpo solidario
forjamos
nuestra pequeña familia
en viaje a la estrella prometida
forjamos nuestra humilde alianza
nuestro amor eterno e indestructible
y el compromiso de caminar
como fuera
cuesta arriba
en la verdad
de mis errores e ideales
o encantados
desde la fuerza de la búsqueda
de ustedes
y asi día a día fuimos
como lobitos buenos
o piratas honrados
dando nuestros pasos
de gigantes
en el mundo al revés
y en la alegría de la vida...


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Fesal Chain, Santiago, Chile

Porque coinciden
en su ventana
palomas grises
con la pena
que fumara

Manuel García,
(el viejo comunista)


pena
pueblo
pena
y llueve acá
al final del mundo
y como en la canción
húmeda mi pupila
también llueve
pena
pueblo
pena


FESAL CHAIN / SANTIAGO, CHILE
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José Cercas Domínguez/ Cáceres/ España

POEMA DE AMOR

Hoy la luz despliega sus abanicos al vuelo,
las torres, antaño frías, te convocan para el beso
y en la tierra húmeda brota la vida en forma de jazmines.
Aquí, una mirada cómplice de todo, revolotea bajo tus párpados
y una caricia, tan tuya, circunda el abrazo;
yo te amo como todos los días en el mismo instante;
porque tu y yo venimos del trueno y vamos a la primavera,
porque ya la risa despunta cada tarde a la hora fijada,
como si los barcos repletos del día atracasen
en los puertos deseados de tus labios.
Las calles nos aman, asumen la inocencia,
muere el crepúsculo besado por el llanto
y de puro, se desvanece ante el silencio.
Nos vestimos de besos, nos abrigamos de alegría
de cuerpos que recogen para siempre los inviernos,
ya estamos solos, al paso del “te quiero”

Aproxímate, seré tierno - Nésthor Olalla / España

APROXÍMATE, SERÉ TIERNO

Aproxímate
seré tierno
sutil
aparentemente comprensivo

Y para cuando todo lo tengas ya
perdido
desataré contra mi pecho
la ambición clausurada
de la tempestad silente
que te anuda

Por esta vez
te dejaré que me desveles
tus disputas
después, perdóname
tendrás toda una vida
para no querer olvidarme

Mientras le pones la tristeza
de tus lágrimas
al lívido advenimiento
de la muerte de un rosa

Diana Poblet, Buenos Aires, Argentina

Coloqué el amor dentro del libro
de noche lo espío, ilumina
una habitación que surge constelada.

Se derramó luz sobre palabras viejas
insistente el reflejo que noquea el alma.

Todas las madrugadas pulen ausencias
hay tan poco para contarse a uno mismo.

Sólo aquella luna histérica de viernes
que desmadejó al viento sur
domesticando espada y bravura.

Carlos Alberto Roldán, Buenos Aires, Argentina

quiebra florcita en el aire
tu frágil tallo

delicado perfume
al pie
de un sendero

canto que guía al hombre
que lleva un peso
día a día esperando
un día en el tiempo

abre tu voz quebrada
canto a los pobres

mujer que recibe el golpe
mujer entera
canta que aún en invierno
se hace posible
que despliegue sus flores
la primavera

niña Violeta Parra
nunca te calles
traiga tu canto firme
la voz del sueño

derrama delicadeza
junto al sendero

Os quiero hablar de un tiempo de naranjas - BARBARA PUJAZON, MADRID, ESPAÑA

Os quiero hablar de un tiempo de naranjas
con aroma a naranjas

de un tiempo en que vivir era tan sólo
desnudar a la vida a cada paso

morderle poco a poco
su eternidad al viento

sacarle los colores al fuego cada tarde

Me refiero
al tiempo del pecado
hasta empaparse
de placeres
la médula del alma

un tiempo de ir descalzos sin dolor

a ese tiempo sin tiempo
en que no existe
más dios que tu inocencia

un tiempo en que tu boca no era molde
de miles de palabras
era tan sólo hogar
donde otra boca ardía

Os quiero hablar de un tiempo
de un instante
eterno como todos los instantes
que se viven
viviendo

Silvia Loustou, Buenos Aires, Argentina

soltó las correas de los baúles
soltó las trenzas de la memoria
soltó la música escondida
en el altillo de la tristeza
soltó todos los recuerdos
y los hilos atados por Teseo
soltó la luz del fuego
soltó las otras caras del espejo
soltó los demonios las gárgolas y las mariposas
soltó el último adiós
y
se quedó desnuda.

Poema 32 - Silvia Loustau, Mar del Plata, Argentina

SE HARÁ LA NOCHE, NORMA TRAFERRI - BUENOS AIRES, ARGENTINA

Noche
Sonidos del infierno,
inocentes clamando,
mutilados y hambrientos.

Llanto
Uno, cientos, miles.
Inocentes con credo,
mesiánicos, anónimos, se matan.

Pasado.
No hay olvido ni perdón.
Siglos de odio y rencor guardados
encontrarán la muerte, inútil.
Buscando la gloria.

MIL GRACIAS A TODOS POR COMPARTIR - Río de Letras -JORGE LUIS ESTRELLA , Buenos Aires, Argentina

Como fermento puro de la vida,
oliendo a madreselva y a esperanza,
con empuje amazónico y helénico,
cuatro mujeres (mi esposa y mis amigas)
fundaron un Río y es de Letras.
Yo quedé allí mirándolas hacerse
haciendo descubriendo
parturiando el silencio tantas veces
bebiéndose poesía hasta los codos
trabajando detalles
hasta convertirlos en esencia.
Confieso el miedo que me daba
allá en los principios del año
cuando el niño nacía
y yo pensaba “Hay tantos niños,
¿para qué uno más en este mundo
que ignora las imágenes poéticas
y sólo se complace
en el inventario de números
que terminan siendo sinónimo de infierno?”
Yo temía que estas cuatro Reinas
gobernaran un páramo,
una ilusión de palabras y de oídos
entre sillas vacías y mesas expectantes.
Pero en el “ser o no ser” de Hamlet,
“Río de Letras” se anotó en el ser
rotundo, exacto, iridiscente
con toda la complejidad de lo que es
y goza del derecho de manifestarse humano
en toda la extensión.
La gente que ama a la poesía/ se dio cita
con una contundencia que estremece
pero no fue un milagro solamente
sino producto del esfuerzo
de las cuatro Reinas
que supieron poner toda su fibra
creativa y amorosa
al servicio de este incontenible “Río”
que ya lleva un año.
Brindemos por lo que fue, por lo que es
y por lo que vendrá/ para que los peces abundosos de metáforas
continúen moviéndose por estas aguas
con su infinita siembra de belleza.

Ella - MARIA FISCHINGER, ESLOVENIA

Ella tejia ilusiones en silencio,
Buscando una huella de caricia
entre los torbellinos de recuerdos.
Habia extraviado su sonrisa
entre la calma que precede la tormenta
y tropezó con los cimientos del futuro
que ambos construyeran con empeño.
Abandonado estaba ya ese proyecto.

DONDE VINO A DESPEÑARSE EL UNIVERSO, Néstor Olalla - España

Ya todo doy por resuelto

lo mutable y lo inmutable
las magnitudes del logos
el misterio de lo eterno
lo oculto de sus enigmas
lo causante de la causa
los dilemas y la fe

he asestado mi embestida
en el fuego del Sagrario
de su entraña

allí confluyen los mares
y los magmas de Vulcano
hacen ríos con su lumbre

fue una sacra convulsión
un fragor celestial
una rebelión cósmica
una eyección de luz

donde vino a refugiarse la armonía
donde vino a despeñarse el universo