MAGDALENA, España

Te regalo

El revoloteo de las mariposas en mi estómago
cada vez que apareces al final de la calle,
las palabras que garabateadas en miles de papeles
empiezan y terminan con tu nombre,
el jarabe que dejan en la boca nuestros besos de miel.

Te regalo

Mi colección de perfumeros
con los olores que sugieren tu continua presencia,
un paseo de manos por tu cuerpo,
un ejercito de dedos explorando tu espalda
y un bombardeo de besos estallando en tu piel.

Te regalo

Los amaneceres que me encuentran escribiéndote
y los atardeceres de final de verano,
el olor a tierra mojada y a hierba recién cortada,
a mar madrugador en una playa desierta
y a libro recién abierto.

Te regalo

La última sonrisa del día y la primera de cada despertar
mi escoba voladora para jugar con los gatos en los tejados
y danzar con la luna en noches estrelladas,
los poemas y cuentos que provocan tus risas y tus sombras
en las largas tardes solitarias.

Te regalo en fin,
mis pocos sueños y mis muchos deseos.
Pero a cambio quiero que tú me ofrezcas
una de tus sonrisas.