Piedra
del norte
Madre
qué
será de nosotras
qué
será de mí
brotada
en peladeros
con
la nada lloviendo a torrentes
y
ahora envuelta en telaraña cibernética
en
mantos de ciudad enardecida
Tú estás
vieja
pequeña
pero
te abunda el orgullo y riqueza
de
las piedras nortinas
y un
aire de hierbas verdes
que
me refresca los ojos cuando te veo
Estás
en casa nueva
hablas
por teléfono
te
filmo
lavas
y cocinas como siempre
pero
hay intrusas en tu cotidiano
automáticas brillantes
y yo
extraño las compañías antiguas
la
artesa de madera
la
cocina a leña
el
hacha en tus manos fuertes
y el
bailahuén tras la puerta
Tu
brasero no lo he visto
el
gallinero no alcanzó a esconderse en mis maletas
Qué
será de mí
si
no encuentro el olor de tu ropero
Qué
sería de nosotras madre
si
no compráramos flores en la feria
ni
fuéramos al cementerio los domingos
si
tú no hablaras con mi padre
y le
lanzaras un beso como si estuviera vivo
qué
sería de mí