De tu ardiente pecho,
el disfrute hermoso,
y del alma inquieta el sentir humano;
en tu bello ser posaré mi mano,
al escuchar, tu jadeo gozoso.
Disfruto de tu aroma delicioso,
que llega como aviso soberano,
mostrando lo que hicimos en verano
montando en un caballo glamuroso.
¿Deseas retornar a revivirlo?
Tan solo llámame que yo voy presto,
pues quiero nuevamente repetirlo.
Seré muy feliz al conseguirlo,
y tu te mostraras muy deliciosa,
mostrando la belleza de tu rosa.
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y del alma inquieta el sentir humano;
en tu bello ser posaré mi mano,
al escuchar, tu jadeo gozoso.
Disfruto de tu aroma delicioso,
que llega como aviso soberano,
mostrando lo que hicimos en verano
montando en un caballo glamuroso.
¿Deseas retornar a revivirlo?
Tan solo llámame que yo voy presto,
pues quiero nuevamente repetirlo.
Seré muy feliz al conseguirlo,
y tu te mostraras muy deliciosa,
mostrando la belleza de tu rosa.
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Por ser nuestros negocios concertados
muy duros de cumplir con estos vientos,
se borran de mi ser los pensamientos
dichosos del honor al ser firmados.
Aplican sus recetas de cuidados,
volviendo nuevamente a los tormentos;
tan duros que levantan los cimientos,
de gentes con sus gastos ajustados.
Usando unas palabras sin dar duelo,
enuncian su jugada en la partida,
quitando gravedad a lo propuesto.
Pretenden que me sirva de consuelo,
el hecho de buscar una salida,
cuadrando con mi ruina el presupuesto.
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muy duros de cumplir con estos vientos,
se borran de mi ser los pensamientos
dichosos del honor al ser firmados.
Aplican sus recetas de cuidados,
volviendo nuevamente a los tormentos;
tan duros que levantan los cimientos,
de gentes con sus gastos ajustados.
Usando unas palabras sin dar duelo,
enuncian su jugada en la partida,
quitando gravedad a lo propuesto.
Pretenden que me sirva de consuelo,
el hecho de buscar una salida,
cuadrando con mi ruina el presupuesto.
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Preguntas si me gusta
tu mirada
y sufro con mi duda al responderte,
temiendo con dolor que he de perderte
llegando con su luz la madrugada.
Tus ojos adivino enamorada
extraños en la noche que me advierte,
que tienes un deseo que convierte,
lo oscuro, en una cita deseada.
Ya ves que de tus ojos no se nada;
ausentes han estado y es muy fuerte,
que goce de tu cuerpo en mi posada.
Llegada ya la luz de la alborada
mi vista horrorizada ve a la muerte,
que ríe al otro lado de la almohada.
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y sufro con mi duda al responderte,
temiendo con dolor que he de perderte
llegando con su luz la madrugada.
Tus ojos adivino enamorada
extraños en la noche que me advierte,
que tienes un deseo que convierte,
lo oscuro, en una cita deseada.
Ya ves que de tus ojos no se nada;
ausentes han estado y es muy fuerte,
que goce de tu cuerpo en mi posada.
Llegada ya la luz de la alborada
mi vista horrorizada ve a la muerte,
que ríe al otro lado de la almohada.
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Cuando veo como hacen los sonetos
unas gentes que encuentro en mis paseos,
me rebosan el alma de deseos
y mis versos los siento muy paletos.
Deslizan suavemente el argumento
y nos muestran con palabras muy hermosas,
un olor delicado de mil rosas
que me llega hasta el alma y pensamiento.
Son tan bellas las artes derrochadas
al hacerme de gozar tal poesía,
que fracasan mis frases delicadas.
Gozaré las bellezas aportadas
por los genios que derrochan fantasía,
enviándome placeres cada día.
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Las horas poco a poco
van pasando,
y profundas en la vida dejan huella,
cual bella luminaria que la estrella
por la noche el camino va marcando.
Viviendo con tus normas vas dejando
una marca muy honda como aquella,
que al pasar la vereda me atropella
con tu carro de ruedas arrastrando.
Sin esfuerzo tu rastro ya has gravado
al centro del camino de mi vida,
dejándome el regreso asegurado.
¿Volvemos a pasar por ese estado
siguiendo la señal a la salida?...
No iré por el camino que has marcado.
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y profundas en la vida dejan huella,
cual bella luminaria que la estrella
por la noche el camino va marcando.
Viviendo con tus normas vas dejando
una marca muy honda como aquella,
que al pasar la vereda me atropella
con tu carro de ruedas arrastrando.
Sin esfuerzo tu rastro ya has gravado
al centro del camino de mi vida,
dejándome el regreso asegurado.
¿Volvemos a pasar por ese estado
siguiendo la señal a la salida?...
No iré por el camino que has marcado.
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Hermosos cantos que
la vida espera,
para así degustar la madrugada,
de una noche de amor ya terminada
cuando llega la aurora en primavera.
Mis palabras se rijen en la austera
condición de una vida valorada,
al albur de esperar una mirada
que me indique tu gozo, compañera.
Buscare en mis recuerdos la quimera
de tener esa nueva madrugada,
disfrutando al momento su llegada,
abrazados, gozando de la espera.
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para así degustar la madrugada,
de una noche de amor ya terminada
cuando llega la aurora en primavera.
Mis palabras se rijen en la austera
condición de una vida valorada,
al albur de esperar una mirada
que me indique tu gozo, compañera.
Buscare en mis recuerdos la quimera
de tener esa nueva madrugada,
disfrutando al momento su llegada,
abrazados, gozando de la espera.
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Por ser nuestros negocios concertados
muy duros de cumplir con estos vientos,
se borran de mi ser los pensamientos
dichosos del honor al ser firmados.
Aplican sus recetas de cuidados,
volviendo nuevamente a los tormentos;
tan duros que levantan los cimientos,
de gentes con sus gastos ajustados.
Usando unas palabras sin dar duelo,
enuncian su jugada en la partida,
quitando gravedad a lo propuesto.
Pretenden que me sirva de consuelo,
el hecho de buscar una salida,
cuadrando con mi ruina el presupuesto.
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Entre rimas con letras peregrinas,
y entre cantos de iglesia gregorianos,
he rezado un rosario con mis manos
esperando esa gloria tan divina.
He pasado la vida con anhelo
recreando esta idea cada día,
culminando mi futuro en la alegría
de cumplir esta meta como abuelo.
Soñaba aquella noche mi consuelo
tomando su figura delicada,
y haciendo realidad lo que era un duelo.
Llegando la mañana en la alborada
estaba aquel muñeco por el suelo,
teniendo mi retrato en su mirada.
