Los
domingos de otoño
En
llamas, en otoños incendiados,
arde
a veces mi corazón,
puro
y solo. Octavio Paz
Huelen
a pereza
las sábanas acarician
abrazan sin pedirlo
y por la ventana
las plantas espían
no me ven visitarlas.
Los
teléfonos cerrados
para no despertar
con un anuncio vano
o mensaje inoportuno.
Solo
el silencio mío
de este otoño nuevo
que encierra esperas
de - justicia tardía -
proyectos importantes
que despegarán su vuelo
en primera clase
habitando mi vida.
Huele
se siente
abro mis ojos
escribo.
Las
letras no se mudan
se plasman
estoy viva!!