ADRIAN CAMPILLAY


1.
cada paso del dolor
es un camino
sin salida en el tiempo
arruga de la tarde
en cansado rostro de los días

la pregunta sin luz en el fondo del corazón herido.


2.
sin querer el cielo nos aplasta
la tierra se abre boca de lobo
desamorada figura o montaña donde me pierdo

hacia la soledad sin sentido

es así niño que muere
voz arrancada

grita, dentro de mí.


3.
y cada espina,
es un camino.

hoyo en la figura del tiempo
soledad del barro y la piedra
juventud lunar.

4.
el dolor naufraga sin querer
no puede ser totalmente nuestro
atraviesa los puentes entre las personas.

así el agua del día lava la sed nocturna
las sábanas huelen a miel y sangre
el desayuno descansa junto a las naranjas y los panes
inútiles
se amigajan
contra pezones luminosos.

sin doblarnos tocamos el suelo
la voluntad es el oro la empresa el alma
y siendo niños
recordamos
lo que va a pasar

¿por qué es así el tiempo: río arriba?
¿y los árboles?
no pueden protegernos
sólo oyen pasos
voces
de los pasos ciegos
ánimas del amor incomprendido
entre las palabras del futuro
y la montaña hundida en el horizonte.






PATRIA

 

 

Entonces la Patria
fue también la calle donde estuviste solo
el aire de las guitarras silbando despacito
un sonido que se arrastraba

mujer que iba a dar a luz
y sólo tenía dos manos negras de clausura
dos manos ciegas
con dedos y uñas y ningún color
ninguna voz amiga
porque la Patria fue también los muertos
las tumbas sin nombres
los hijos inconclusos
de una mujer abandonada
los sueños fusilados
de una generación de pájaros
cuyo número no cabía
en la combinación de los candados
ni en el dorso de los cheques
ni en las partidas de defunción
ni en un poema.