Canto para llegar a la superficie
No padeces hambre,
pero tienes voracidad de vida
No padeces sed,
pero la sientes
cuando amanecen tus desérticos días
No sufres el frio
pero tiemblas
cada vez que te acuestas
tras una jornada gélida de rutina.
No adoleces de enfermedades
pero te sientes enfermo de soledad
entre una multitud que te rodea
No robas,
pero debes soportar a diario,
constantes estafas y fraudes,
atentados fortuitos
a tu confianza
Y te hacen temer,
dubitas,
ante el mínimo paso
ante la menor sonrisa.
Te invade la incertidumbre
La angustia te asalta
No encuentras refugio
que te brinde calma.
Es la desesperación,
la pérdida total de la esperanza
Pero todo tiene un límite
Remando has de llegar a la orilla
Una vez que tocas fondo
solo subir a la superficie
tiene cabida.
Créeme,
yo también algunas veces
en el océano del abatimiento
me siento hundida.