EVERARDO ANTONIO TORRES GONZÁLEZ

SUBE LA NOCHE-


Sube la noche
las escaleras, en la frontera
de mis fantoches.

Y si los mares bañan la luna
qué voy a hacer si la luna quiere
bañar su boca con blancas olas
de sal y bruma.

Busco los labios
en la penumbra, desde los ecos,
desde la bruna sombra de otoño,
como serpiente que desde el vientre
muestra los dientes del abandono.

Suben los rayos
de caracolas, las hojas tiernas
de sol sin fondo y en un suspiro
baten el nido donde te nombro.

Soy un motivo
pálido, etéreo,
casi cadáver, casi perfecto,
como una carta de corazones
rondando el viento.

Llevo un llavero,
con siete llaves, para el cerrojo,
de tus cantares, que en cinco notas
colman la sed de mis costillares.

Vivo en tu sangre,
en tu universo, en los recodos
de los pesares,
y sin que sepas lamo la sal
de las soledades.

Sube la noche
las escaleras,
con paso lento, como la espera,
y cada gota de lluvia flota
como si fuera

un sueño nuevo, húmedo y cierto
que te envolviera
con el recuerdo desde la noche
en las escaleras.