domingo 6am
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sí, está bien,
pero en un rato
cuando pueda respirar
primero convocarme de las sábanas
del aire hormonal, de los cráteres lunares, la tierra,
de las plantas ahí, que nos miran y sueñan su propio canibalismo
dejáme que entre un poco el aire
y me acuerde cuándo soy, quién estoy
dónde somos estos romboides redondeados
sí, claro
después del agua
de ver las aves tragarse el cielo:
como la boca tremenda nos comió a los dos
¿cómo fuimos?
al menos minutos
para sentir las piernas
degustar el olor que sobrevive
y volver acá, una pieza, quinta sed
junto a las encabritadas erosiones de arena
sí, en un momento más
si la nuca se alivia de corriente;
cuando por fin el cielo vuelva a estar arriba
y recuperemos el sentido de todo lo que se ha fugado
bajarse del carrusel
antes que cierren el parque
y tengamos que mudarnos dentro
sí, ya vamos
un segundo más
por unos instantes
no se te ocurra pedirme
que abra los ojos o me mueva