LUIS BARDIN

SEMANA DEL TANGO
Me dices que el tango es triste, que habla de engaño y lamento,
que los viejos lo sufrimos, que es barato y sensiblero.
¿No encierra tu corazón a los cien barrios porteños?
¿No pensaste alguna vez que veinte años son nada
aunque tengas mil recuerdos?

Es que acaso un caminito que nos ha borrado el tiempo
¿no los vio pasar muy juntos y que por última vez,
para contarle tu mal, tu quisieras recorrerlo?

No aprendiste todavía que la gloria es pasajera,
que la fama es puro cuento.
Que uno vale mucho más si cuenta con mucho vento.

Acaso el patio de la morocha que allá en el tiempo
no son tus patios llenos de amores y de recuerdos.
¿Al pié de un rosal florido: nunca hiciste un juramento?
¿O alguna rubia mireya no habrá dejado su huella
en tu loca juventud?

¿No buscaste esperanzado el camino que los sueños
a tus ansias prometieron?
¿O después de un paredón el farol de un almacén
del sur te trajo un recuerdo de quién ya nunca verás
recostado en la vidriera esperándote en el tiempo?

Quizá, como a mi, te lleguen esas letras y el momento
en que puedas entender, sintiendo en tu corazón,
lo que dicen estos versos:
¡Tango que me hiciste mal y sin embargo te quiero!