George Trakl ya lo sabia
En el infierno todo es diferente
Susurran las hojas quemadas de los árboles
La casa de los muertos se olvida de las horas
El timbre de la puerta despide ráfagas de fuego
La colina esta colmada de cuerpos indecentes
La habilidad se consuela con un salmo sin memoria
Niños salen de la hoguera devolviendo la esperanza
El amor habita el calor en manos arrugadas
Y yo me asomo desde una roca, amiga del sol,
A ver el triste cosquilleo de una muerte mal vivida.