Por el bien de los dos, Osvaldo Marín - Puntarenas, Costa Rica

POR EL BIEN DE LOS DOS/ Osvaldo Marín, Puntarenas, Costa Rica



Dime la verdad,
y no te engañes;
en esta hora
ya no puedo
llevar tanto:
si no me amas,
si nunca me has amado
¿por qué llamas,
por qué vienes a mi lado
cada vez que te llamo?


Desengáñame de una vez.
No alientes,
con promesas
que parecen imposibles,
este amor, signo de muerte;
si no puedes aplacar las llamas
de esta ardiente hoguera
que llevo en mis entrañas.
Este fuego inocente
te puede devorar
en tanto vuelas,
ya que conoce bien
tus piezas más extrañas.


Muérete tú si quieres
causarme mayor daño,
mas no me hagas llorar
pues mi llanto
podría apagar el sol;
pero ahogar no podría
el dolor de tu engaño.


Y muerto yo, no encontrarías
quien te quiera tanto, tanto.


Si te quedas…
será sin promesas ni frágiles sueños,


O bien, nos decimos adiós,
Sin rencor ni esperanzas,
¡Por el bien de los dos!