UNO
Una y otra vez me arrimo al espejo
tratando de dilucidar
si es realmente ese mi pellejo
No me reconozco a mi mismo
y cuando recapacito veo que he saltado un abismo
No seré el único es un consuelo
cuando busco comprender
que estirando las alas me eleve del suelo.
DOS
Con las alas desplegadas y desde las alturas
aprecio que las montañas no son tan escarpadas
que las debilidades del espíritu no están marcadas.
Observo en ese suave y plácido vuelo
que en el cambio se pierde dinero
y que a otros se causa desvelo.
También veo que finalmente
llegó la hora definitiva
de vivir mi vida personalmente
TRES
Volando he aprendido
lo que me era desconocido
sencillamente saber lo que quiero
Asumo definitivamente a esta edad
que anularse y renunciar
no es el remedio para la felicidad
No extraño los temores
ni siquiera las angustias
de no poder ser lo que querían que fuese
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