Deleito mis ojos por sobre las aguas del río.
Preciso urgentemente de limpiarlos, de la herida
humana.
Arrancarlos quirurgicamente.
Mirar es ver lo que se quiere, no lo que se está
a ver.
Sumisos ojos, que se prenden por nada,
corriendo atrás de lo fugaz, despreciando el valor
de las pequeñas cosas.
Ah, sentir la frescura de la flor, vengando el humus
de la tierra!
Quien me dice no son los ojos, mas tu olor,
incitando el fresco de la tarde, a revelarse.
Apuro de sentidos, que me hará, parte
integrante de la Naturaleza.
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