HABLAR DE
Hablo
de esa quietud
perdida en la lejanía
del holocausto
escondido en mi piel
del monstruo
dormido bajo mi cama
de las
respiraciones detrás de los cuadros
hablo
de las noches
pobladas de bullicios
de las ventanas
que lloran sus propios adioses
de aquellos
ojos
de los latidos
que no cesan dentro de los relojes
del abismo que bosteza
del espejo que
miente con descaro
de los
laberintos que no dejan de caminar
de aquella
sonrisa
hablo
en voz baja
con la culpa
llamando a mi puerta
y cuando me quedo en silencio
alguien habla
por mi
curiosamente
dice las mismas
cosas