LA HORA DE LA TERTULIA.
A estas horas
los asesinos dejan atrás sus guaridas
y sin importarles ...
la apremiante luz del día
se lanzan a cercenar el cuello
de sus víctimas
impune, impunemente
como canallas
como poetas.
A estas horas
los asesinos dejan atrás sus guaridas
y sin importarles ...
la apremiante luz del día
se lanzan a cercenar el cuello
de sus víctimas
impune, impunemente
como canallas
como poetas.