Serie: Recordando a poetas surrealistas
a André Bretón
POEMA 100
El aire respira solo en las mañanas
cuando los silencios se ocultan
detrás de los árboles que lloran
siempre hay un árbol que llora
ese llanto amarillo y pegajoso
como ausencias eternas
y un mundo desprejuiciado
detiene su marcha cerca de otro
cielo
negro
perpetuo
nadie necesita escuchar el canto de
las aves
ni una luna rojiza de tanto extrañar
ni el trote pesado de mil caballos
blancos
y otros motivos de algarabías en desuso
cuando ya nada es igual al comienzo
los desiertos se cansan de tanta sed
acumulada
las sombras abandonan sus pedestales
para andar sobre la tierra que se retuerce
las piedras no tienen corazones
ni piel para seducir a otras piedras
en ocasiones los hombres son como
piedras
en ocasiones las mujeres con como
hojas secas
sobre las piedras
los pasos huyen sin mirar atrás
atrás no hay nada
sólo una tenue línea con intenciones
de horizonte