SIN
MENTIRAS
Amo
esa sencillez tuya con la que existes,
con
la que eres, con la que te entregas o te ocultas.
Amo
aquel pasado compartido e irrepetible,
con
todo el silencio, el grito y el susurro
que
hizo existir nuestra noche...
Y
desde este lado de los años nuevos
que,
tal vez, ya no nos miran,
te
tengo guardado un pensamiento perenne,
para
cuando tengas frío
o
quieras reescribirme una y otra vez, de nuevo...
Amo
tus manos, la voz de tus manos
que
sobre mí piel hablaron sin mentiras.