YO NO TENGO OTRO TIEMPO PARA DARTE…
Yo no tengo otro tiempo para darte
que el que crece escondido sin fronteras
en la torpe esperanza que clausura,
esas puertas que abrimos temerosos
contemplando la vida que nos queda.
Muñidor de palabras atrevidas,
hoy no pienso decir lo que otros quieren
desvelando mis dudas y quebrantos,
los pesares que volcamos los poetas,
sin medir que otros tratan de juzgarnos
sin piedades que alivien nuestras penas.
Solo puedo decir…, que es muy distinta
la razón de vivir que a mí me
invade.
Soy feliz pese a todo… y no lo
siento
aunque entiendo que pueda ser agravio.
¡Tú!... que sabes… Compartes lo que digo,
dejas suelta en el aire tu sonrisa
de cristales que cantan de alegría,
la emoción de un momento que es eterno,
que no entiende quien mira desde afuera,
aunque intente decir que nada es cierto.
Es la historia que siempre se repite,
los de afuera, no entienden lo de adentro.