Leonor Rodríguez Rguez.

EL AMIGO


Cuando un amigo se va
se fue una parte de tu camino
se queda el corazón constreñido
sin saber hacia donde remar.

Cuando un amigo se va
lo suple otro corazón amigo
que te ofrece su pecho aguerrido
donde descargar tanta adversidad.

Pero es verdad
que al amigo no se olvida
son cariños de amigo
que ninguno es igual.....

y en tu interior
lo recuerdas con alivio,
el corazón quedó expandido
en el abrazo dese otro amigo.

Ayyyyy señores....
cuando el amigo es tu esposo
se pierde parte de un todo
zantulléndote en un pozo;

las tinieblas te agarran el alma
deambulas como ave letargada
perdida en tormenta de invierno
sin encontrar el camino a casa;

se te vuelve todo perezoso
el tiempo se duplica, sin decoro,
esperando la vuelta del trabajo
del que en tus entrañas llevas gravado;

errante miras al cielo en noche de Luna
y pierdes la cordura.....
le hablas al lucero que más brilla
viendo en él, el alma por quien suspiras;

te pasas las noches en vela
soñando quimeras en recuerdos y esperas
y sigues soñando que está a tu lado
notas su aliento, oyes sus pasos.....

un beso fugaz, una mano.....
un te quiero somnoliento........
un revuelo de sábanas al viento
¡y un abrazo de tigre hambriento!

Ammm, te despierta el alba, en primavera,
con trinos de pájaros, aromas de rosas....
rayos de sol iluminando párpados....
ahí, te das cuenta del engaño.......

Vuelve el espejo de antaño
añejo, primoroso, enamorado
de tantos años juntos, ahora separados...
y te aferras a él con cariño enajenado.

Separación sin retorno
solo en mente el recuerdo ensoñado
que al final es grato
y envuelve tu otoño en primavera-verano.