ANA I. HERNÁNDEZ GUIMERÁ

Maresía



Maresía, que palabra tan evocadora.
La llevo pegada a mi piel, a mi cuerpo porque crecí con el salitre pegado a la nariz y siempre digo que soy hija de un volcán

y de la mar.


Maresía es la humedad que el aire de la mar deposita en los objetos y en las personas. Y desde la casa blanca y azul, conformada como un barco, la vivo y la viví siempre ¡qué afortunada soy!


Es ese sabor, ese aroma, ese eco que pervive por siempre en el recuerdo de quien aprendió, por vivirla, a amar la mar.


La melodía de este océano, que me circunda y constituye mi idiosincrasia, es fuerte, a veces, y suave otras.
Pervive constantemente en mi retina,

su olor, su Maresía, en mi cuerpo.