Gloria Eugenia Lemus.

AUN ESTANDO ALLÁ


Si mi inhalar del aire, no se diera
y si mi cuerpo inerte, se quedara
ya de mi voz, ni ahogo pregonara
y el latir de mi pecho, se perdiera.

Sabrías que aún sin voz, yo te llamara
que en la cálida luna tú me vieras
fehaciente entre en tus olas y mareas
y en ráfagas del viento, te tocara.

Con destellos de hada te regara
haciendo de suspiros nuestra esfera
crepúsculo de dicha en primavera
y en notas de violines, me alcanzaras.

Aún con cuerpo etéreo, resurgiera
viviendo con premura tu ambrosía
cascabel de mi alma sonaría
y aun estando allá ¡yo te quisiera!