SILENCIO
Amo aquellos momentos
en que guardas silencio
y tu mutismo es aire
que refresca al pasar.
Amo aquéllos instantes
en que no dices nada
y el sigilo es un ángel
que me cuida al andar.
Amo las horas quietas
que me das en las noches
y que cruzan la estancia
como bellas alondras
cantando al meditar.
La luna habita el alma,
las sombras hacen fila,
los abrazos se apilan,
los besos ya semejan sirenitas de mar
que se escapan en vuelo
para posarse encima de tu silencio eterno
que me dice: Te Amo, cuando quiere callar.
Amo todo lo dulce que guardas en tu mundo
que es como urna frágil, peregrina sin par,
pues me regalas días que parecen efímeros
y tu silencio intenta
romper como el cristal.