Ella sonríe
Todavía quedan restos
de su antigua inocencia
Quizás
en esa manera
espontánea/ casual
que tiene el pelo
al volarse
frente a una brisa inesperada.
O tal vez
es su sonrisa perlada
provocadora de incendios
la misma que transpone
el leve rubor salvaje
de sus mejillas.
Ella sonríe
nada es
lo que parece ser
Se abolió la crueldad virgen
en un rictus/
un movimiento imperceptible
del pelo al viento
en el instante eterno de la foto.
Me amaba
Él
me amaba.
Amaba
mi risa
en las mañanas,
el aleteo tenue
de mis pestañas
bajo sus dedos.
Amaba
el fuego silencioso
de mi piel
en aterciopeladas caricias
apretadas
o punzantes
como puñales.
Si
él amaba
las concavidades
sinuosas
de mi cuerpo,
el poder
de mi pubis
oprimiendo su sexo.
Amaba
el coito libre
de vanas
y obscenas
ceremonias
dentro de palabras.
Me amaba
como la noche
ama al día,
antes de mutilarlo
salpicándole estrellas.
Reencarnación
“Quiero que seas ante la muerte
el único poema que se escriba en la tierra”
Jorge Gaitán Durán
A Puny Atman
Quiero
adornarte de hojas secas
y perfumar con aire de montaña
el espacio
Clavar mis manos en tu tierra
desgarrar las tinieblas/
traerte
como árbol
raíz/
o pájaro
ser insecto
larva o gusano
lo que deba ser
Quiero escuchar
tu carcajada traviesa
de viento
y que la brisa
me bese en la boca
acariciar
tus pétalos
beber
de tus aguas
reconocerte
en cada bocanada
de aire
que me penetra