La llevaré conmigo, como siempre
la he llevado,
improvisaré un recitado de
urgencia
resistiré inalterable la pulseada,
el desenfreno del corazón en su
galope de pampas,
la emoción tembleque de las manos en el papel,
suavizaré la modulación
que no delate el temblor al
nombrarla,
susurrarla sin pesadumbre en la
memoria
decir
Argentina,
sin escuchar en el eco
aquel dolor afónico de tango.