Sirena de la selva
El agua inundó la selva alucinada
y crecieron escamas en las yeguas.
El paraíso anida hoy en nucas y barcas celestes.
Pregúntale ahora a los brazos de los pájaros dormidos
si el amor existe.
Hoy quiero declararte mi amor.
Murmullos de sirena sólo se escuchan cuando tu cuello se
abandona en mi hombro.
Sólo tu ausencia es triste como los lagartos.
Sólo quien te haya amado puede sentir
porque sólo tu pérdida es inmensa como el océano del dolor.
Pregúntale a la risa de los nardos si existe la alegría.
Dirán que la alegría sólo la conocieron en tu pecho
desvalido, dulce y tremendo.
Yo te amo,
Y ese amor se engendró en mi garganta.
Tu amor es tempestad que estira de un barco
hacia la inmensidad,
pero también seguro, como el alivio del cielo.
Eres como un pirata perdido en una selva de agua
y tus párpados sólo son ternura.
Tu voz suave es melodía de espaldas amarillas
y de axilas que laten como rosas antiguas.
Encántame.
Cuéntame un cuento de lunares salvajes,
y de Sevilla y Málaga entre rejas.
Perfil de Sirenas. 1994