¿Y entonces, por qué vía, a lomo de qué idea..?
¿Y entonces, por qué vía, a lomo de qué idea?
¿Hasta dónde y a partir de allí
qué ramajes, temblores, consuelos?
¿Esperar el gesto del dios escondido en cada cosa,
su caprichosa acción ajena
al constante movimiento de tensores y poleas?
¿Por qué, entonces, florece en su hora
y en su hora lo florecido se marchita?
Por bosques de sueño y sangre,
de un lado la dolencia y del otro, su aparente cura,
demasiado ataviado para la muerte
y demasiado desnudo para la vida,
mientras crecen las preguntas
como hierbas en una tierra ablandada por la lluvia.