Solamente un minuto me bastaba para ver la inmensidad de tu esperanza
y una simple caricia permitía contemplarte enternecida
tu, las mas sutil de todas las aves que a mi ventana solía venir a cantar de madrugada
tu, las mas perenne flor que se negaba a morir bajo la mas fiera tormenta
Si tan solo las manos que hacia ti se tendieron te hubiesen alcanzado
Si tan solo el beso de mis labios no hubiera tenido al vacío por destino por las tardes huecas
si no hubiese sido tan inmenso el espacio, el tiempo y el desasosiego
Es tan fácil olvidarse de olvidarte que constantemente te recuerdo
es tan sencillo extrañarte que mi agenda se encuentra saturada de tu ausencia
es tan complejo nombrar las amapolas, los ocasos y las noches de estrellas sin ti
cuesta tanto trabajo apredender de nuevo a respirar otro aire que no sea el de tu aliento
Pero todo esto tiene un sentido, una pequeñísima trampa, un atajito
y es que cada vez que silente te recuerdo y me vienen a la mente tus sandalias
se crea un infinito asombro de saberte viva y respirando sin mi aliento
y es entonces cuando creo que a pesar de todo
no fue tan mala idea abandonarte