Desfallecidos
El sueño entrecortó sus ropajes,
sudó en llantos,
y sangró su vientre
hasta humedecer de rojo el suelo.
Quiso hundirse en la tierra,
sostener las rosas
que en sus bolsillos aun susurraban,
y calló el brillo sutil de las nubes
en sus espaldas.
El sueño que ya no pudo despertar
a su amor , la esperanza,
frágil compañera.
sensible pastora que perdió su rebaño,
de blancas ilusiones.
Su pulcra túnica de verde mar
ahogó sus fantasias,
perdió las estrellas indestructibles
y los abanicos de jazmines
que desafiaban a las tormentas.
Fue una frágil florecilla
quebrada en su tallo,
desgarrada de aromas
de naranjas y miel,
Y en la eternidad del viento,
descalzas de sueños se fue la esperanza
y en la boca oscura del suelo
se fundió el sueño.