las manos siempre piden lo imposible
(pedacitos de su corazón
el bocado azul de su boca
la oscura hondura de su espalda
ese pan que huele a dios)
las manos vuelven a pedir
lo que ya es imposible restituirles
(2008)
sólo los signos se salvan por ser signos
y ajenos a la nada que nos arrastra
permanecen iguales a sí mismos
imágenes acústicas de lo que no podemos alcanzar
ni arañar siquiera
con nuestras manos frágiles
hechas para la caricia
también el golpe
y para el amor que mata
cuando los signos lo atraviesan
de tiempo pasado
(2008)
en la antesala de las máscaras
ocultas por el follaje de la noche radiosa
bien guardadas
lejos de la indiscreción
las lágrimas celebran su conciliábulo
golpean esas puertas oscuras
por donde la noche se escurre
debajo de los párpados cansados
justo antes de cerrarse
vencidos
por el sueño redentor
(2008)