Hay silencios que acuno en mis entrañas
hay parpadeo de ojos llorosos, simulando
siempre simulando, qué todo está bien.
Y mis dedos se retuercen de dolor
así contracturada remarco cada pliegue.
Corazón desbocado pidiendo alivio
en un momento caigo en el más puro
dolor con los brazos abiertos.
Las manos en garra gritando en silencio
simulando la palabra y esa sonrisa fácil
cuando te acercas a mi y te digo:
Hola que tal tu día, el mío ya lo ves
simple y aburrido pues el silencio;
me ah estremecido.