Este poema
maldito como un tango,
ebrio y solo en el ojo de un pájaro,
estuario de la sombra,
sucio calendario, ¿péndulo del tiempo?
¿hospicio que crece en los tallos?
Trampa sobre un ala, un día, un jardín,
y después de todo
a quien le importa, ¿alguien pregunta?
¿alguien sabe?,
¿Cuál es el miedo, la grieta, el esbozo?
la noche que respira
en sutiles balanzas, el secreto
de la ternura que migra
entre los dientes de la soledad,
no, la jaula se ha vuelto pájaro
y el poema queda desnudo,
prueba los sabores del límite
se llena de filamentos mágicos
surcos y relieves,
visita secretos, tacha las razones,
enhebra los azares de un fueye
y sube por el tajo de tu pollera,
eriza cada pliego,
con un apetito homicida
llamándote a mis ideas,
ya no interroga con sus labios
la brevedad del mundo,
propone un enlace sobre tus piernas
con su boca enloquecida,
trepa buscando tu aroma
lame dice besa,
es un hombre buscando señales,
donde el poema se improvisa,
y también puede escribirse,
dejarlo sobre la mesa
sobre las sabanas, en lo frágil,
en tu humedad de hembra,
es testigo rumor susurro del deseo,
brevedad, infinito, sin conclusión,
es un crepúsculo sin prisa
que crece hacia dentro,
que persiste en derramar el cielo,
ahora que todo cabe en una vida,
mi corazón eco de tu nombre
se desnuda en un recinto de esperas,
así, de este modo,
mi último aliento cabe
en el hueco
de tu mano.
allá lejos,
donde habita el latido
de los tangos que se encienden,
este poema que regresa
sobre sus pasos, giro interior
y te recorre como la sangre
es lo que pesa, lo que presiente,
te oculta dentro de mi boca
hereda tu perfume
se mueve en la ternura
te derrama
te penetra
te desea
te desvela
te contiene
te devora
te mira
sujeta tu cintura intensa
bebe tu melancolía
llegando al labio de tu vientre,
y todo gira,
regresa,
son los restos de un día
de cuanto callo
de cuanto ignoro,
la tierra púrpura de los fantasmas,
yo, me dormí con los ojos abiertos,
una vez mas
para soñarte...
maldito como un tango,
ebrio y solo en el ojo de un pájaro,
estuario de la sombra,
sucio calendario, ¿péndulo del tiempo?
¿hospicio que crece en los tallos?
Trampa sobre un ala, un día, un jardín,
y después de todo
a quien le importa, ¿alguien pregunta?
¿alguien sabe?,
¿Cuál es el miedo, la grieta, el esbozo?
la noche que respira
en sutiles balanzas, el secreto
de la ternura que migra
entre los dientes de la soledad,
no, la jaula se ha vuelto pájaro
y el poema queda desnudo,
prueba los sabores del límite
se llena de filamentos mágicos
surcos y relieves,
visita secretos, tacha las razones,
enhebra los azares de un fueye
y sube por el tajo de tu pollera,
eriza cada pliego,
con un apetito homicida
llamándote a mis ideas,
ya no interroga con sus labios
la brevedad del mundo,
propone un enlace sobre tus piernas
con su boca enloquecida,
trepa buscando tu aroma
lame dice besa,
es un hombre buscando señales,
donde el poema se improvisa,
y también puede escribirse,
dejarlo sobre la mesa
sobre las sabanas, en lo frágil,
en tu humedad de hembra,
es testigo rumor susurro del deseo,
brevedad, infinito, sin conclusión,
es un crepúsculo sin prisa
que crece hacia dentro,
que persiste en derramar el cielo,
ahora que todo cabe en una vida,
mi corazón eco de tu nombre
se desnuda en un recinto de esperas,
así, de este modo,
mi último aliento cabe
en el hueco
de tu mano.
allá lejos,
donde habita el latido
de los tangos que se encienden,
este poema que regresa
sobre sus pasos, giro interior
y te recorre como la sangre
es lo que pesa, lo que presiente,
te oculta dentro de mi boca
hereda tu perfume
se mueve en la ternura
te derrama
te penetra
te desea
te desvela
te contiene
te devora
te mira
sujeta tu cintura intensa
bebe tu melancolía
llegando al labio de tu vientre,
y todo gira,
regresa,
son los restos de un día
de cuanto callo
de cuanto ignoro,
la tierra púrpura de los fantasmas,
yo, me dormí con los ojos abiertos,
una vez mas
para soñarte...
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