Ahogada en gritos de placeres
recurro a los idiomas de los gestos.
Exploto en movimientos de locura
hasta temer, no creer en lo que siento.
Araño las paredes del delirio
aguanto la cascada de los goces.
Penetro hasta la demencia
los placeres inolvidables de los sueños.
¡Oh, máximo dios de los misterios
que posees el don de la locura!
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