ESTÁN LAS ROSAS ABRIÉNDOSE EN TUS MANOS
Están las rosas abriéndose en tus manos,
llenándose de sí mismas
delicada forma la de sus ojos serenos
emergiendo
sostenidos
en la madre de todo silencio.
Dobla el verso la esquina
y se muerden en los labios
con la punta de los dedos.
Distribuye la soledad y deja
de existir. Brotan las flores.
Abandono la fórmula de la memoria
y los perfiles de las sombras
dibujados para nadie.
Me entrego a la noche
me río, me incorporo,
me rebelo
buscándote siempre.