Susana Cattaneo, Buenos Aires, Argentina

hay una casa en mi mano

Hay una casa en mi mano donde un hogar a leña abriga la ternura. La alfombra sostiene dos cuerpos desnudos que celebran vida.
La casa en mi mano tiene el tamaño del océano y por sus paredes brotan bosques que ocultan.
Un horizonte de barro se ve por sus ventanas.
El cazador la descubre. Bella en la mira de su rifle. Bella en su finita eternidad. Certera la bala en el centro del vivir.

Hay una casa en mi mano, destruída, intacta, como el amor roto. Como el destino.