ALEJANDRO CABROL / Entre Ríos, Argentina

Rayuela

Diez pasos separan la tierra del cielo.
Zapatos infantes que aun no imaginan
angustias terrenas hacia azules vagos,
y sin darse cuenta, con el tiempo olvidan.

Diez ciclos de tiza, diez fogosos meses
de sueños de cántaros rondando la fuente.
¡Qué poco! Y no importa tanto sacrificio
pues sembraron vida de a dos en un vientre.

Permutar seis días por domingos propios
ausentes de ocio, amarga revancha;
diez lustros de espera a nítidas metas
que corporizadas, al sueño no cuadran.

Diez remedios caros para achaques crónicos
llevándose amigos al hueco cavado.
Un bastón, dos lentes y toda la nieve
del mundo a las sienes, nos traen los años.

Diez nietos fastidian hasta divertir
a chochos abuelos, repletos de tiempo,
mientras saltan felices veredas porque
diez pasos separan la tierra del cielo.