a VERA LUZ LAPORTA
Y los altos abetos como altos amores.
El más lejano bosque de abedul
Donde se ocultan los más intensos astros
Y las raíces mas profundas enterradas
En los fanales más secretos y dulces.
¿De qué hablar pues sino de nuestra
Finitud, del amor y la muerte?
De las hojas que caen en el Otoño,
De los Ocres que visten a la tierra
Y del cuerpo desnudo del mortal
- su desnudez magnifica de Adán-
Angel caído acechado por sombras
Y ominosas derivas.
¿De que hablar sino de aquéllas
Que se avecinan y del Arca de Oro
Del amor a la tierra y las raíces ocultas
En el origen de la memoria y el lenguaje?
¿De qué hablar pues?
18 comentarios:
EL RAYO Y EL AMANTE
Poema de Oscar Portela
Relámpago. Cielo cárdeno y fulgido
Que silencia voces sobre la tierra.
Trueno . Voz de la ira. Lavas y cenizas
Sobre la mar que cierra sus oídos
Al clamor de los Dioses.
Rayo que timonea el Universo.
Amor que nos silencia como el relámpago,
Nos ensordece como el corno del trueno
Y nos vuelve cenizas sobre la tierra pálida
Como el rayo que timonea los cuerpos
Desnudos sobre la hierba de una arcadia.
Solo un instante y lo eterno se esfuma.
Morir yo soberano no poseyendo ni entregandome
Sino dejándome fluir en la estación de la inocencia
Cerrando el círculo sobre el desnudo cuerpo del amado.
THE LINE OF BEAUTY
Una puesta admirable
por Oscar Portela
El films se inscribe en la larga lista de vistas testimoniales acerca de la doble moral de las clases dominantes en una Inglaterra victoriana que no acaba de pasar y algunos films de otros países ( España con la trágica “La Muerte de Mikael”) esa línea que va del Kanievska de “Otro País” al Ibory de “Maurice”, a las que podrían agregarse otras cintas fuertes como “Craizy” de Jean Marc-Valle, u algunas de Guy Vant Sant y otras que hoy olvidamos injustamente.
Más allá de la rebelión contra un sistema de dominación que implica la corrupción y la doble vida de la elites (en esto nada nuevo) en cada film de los que citamos es posible notar la voluntad de no atarse a ningún estereotipo comercial: crispadas y trágicas algunas, “La linea de la Belleza” opta por un tono de serena aceptación de la tragedia.
Y en cada cinta es notable resaltar la aparición en su momento de un gran actor: Rupert Everett, With James Wilby, Imanol Arias, el formidable Marc André Grodin y en su momento Keanu Reves.
Pero Dan Stevens provoca sorpresa y admiración. En un interprete consumado capaz de pasar por todos los tópicos de los estados de animo de un ser humano sin sobreactuar jamás.
Una sola mirada suya ilumina la pantalla y ante cada situación conflictiva que planeta un argumento difícil sale mas que airoso totalmente y absolutamente triunfador.
Es un actor que entre otros absolutamente competentes logra llevarse las palmas del film dirigido por Saúl Dibb.
Visionar el film como perteneciente solo a la década del “neoliberalismo” tatcheriano o reganiano es quitarle toda la carga e intensidad de un conflicto casi eterno y no resuelto por las culturas occidentales que llegan hasta la nuestra.
Un aplauso por esta cinta que debería lanzar meteóricamente a su director como a Dan Steven a la cima del estrellato cinematográfico.
Oscar Portela
EL VERBO Y LA CARNE
POEMA DE OSCAR PORTELA
A BRUNO SANTOS
De que luz primigenia. De que auroras
Nacidas al amparo de vulneradas muertes.
De que amarillas lunas ahogadas por el agua
De lagos primordiales como los elementos.
De que silbidos áureos que presagian
El transito del caos a la armonía cósmica
El alfarero inaugural hizo tu cuerpo de la arcilla
Más pura desta tierra, oh Bruno a torbellino y
Magia condenado. Tú eres la tierra adolecida
De toda la inocencia de un devenir sin deudas
Y el milagroso azar que nos corona con recia
Aristocracia del más audaz deseo de la especie.
¿Que alfarero y chaman mojó sus dedos en las
Dolientes viseras de un pájaro para
Amasar tus labios, ánforas que contienen toda
Las endechas del mundo? ¿Que coreutas osados cantaron
El nacimiento de tus formas cinceladas en ébano
Cubiertas por tu carne trabajada en arcilla
Santificada por la aurora de América?
¿Que chaman te bautizó en la cuna de verde césped
Humedecido por el rocío del alba primigenia?
¿Que sinuosos ríos de montaña dibujaron tus caderas
Que huyen de las manos del hombre y de todo poema?.
Y tus desnudos muslos que envidian las efigies
Y rompen los harapos de humanas vestiduras
Para surgir desnudos y perfectos como la melodía
Que los vientos ponen en las florestas para que todo
Asombro bañe la hermosura de un Dios que esperará
La hora de bendecir el suelo que nos toma y tomará
Nuestros deseos todos para quemarlos en la hoguera
Del amor deseado y devolverlos a la tierra fértil
A la que pertenecemos los mortales y dioses
Que embellecen las horas de los días terrestres.
No hay templos para ti, oh Bruno, ni poemas que no se rompan
Por que eres mas bello que el verbo convertido en palabra.
Porque tú justificas todo el dolor del mundo.
Tu belleza es el premio y la eternidad del oro.
El dolor dice pasa pero el goce quiere contemplar tus fulgores.
La eternidad efímera del búcaro que no puede morir
Y vuelve eternamente como los dioses de la tierra que son
El salmo de la tierra misma y tu su encarnación oh Bruno Santos.
( A mi amigo Víctor Sánchez Hernández)
BEIRON o la redención
Por Oscar Portela
.
El corazón infiel tiembla al nombrarte. Tu nombre
Es viento huracanado y tiesa el alma del mortal
Sin lengua cantar no puede ni nombrarte
Beiron frente al templo de Apolo.
Porque tú eres más. Y ni enigmas ni pitias
Que descifren misterios -admoniciones ni destinos.
Pues tú eres mundo.
Visible eres y no destruye tu belleza
A quien la mira. Tú lo redimes.
Tú lo redimes todo.
Tu intocada hermosura
De volcán redime al mundo
De sus propias miserias.
Yo soy penuria y al mirarte
Revoco toda culpa y toda miseria.
De mi camino.
Imposible que cornucopia alguna
Se vacíe de la abundancia que
De tu cuerpo surge. Tu belleza es lo pleno.
El mundo en su inocencia es el juego y la danza
De los contrarios que hacen del devenir un ephos.
Cada músculo tuyo cincelado para envidia de Zeus
Y el de sus hijos por invisibles manos
Trazan el mapa de la locura extática.
No hay simetría que se asemeje tanto
A la tensión del arco ni hermosura
Que hiera dulcemente la mano
Que se atreva a tocarte.
Pero tú estás ahí. No eres eternidad ni mito.
Eres verdad y la verdad augusta
Que engalana este mudo.
Los músculos que suben o que bajan desde
Los pies hasta la frente están hechos de polvo
Y agua más son eterno ya.
No hay excesos en la armonía con que ciñes
El cetro que corona tu frente.
Todo es ritmo que fluye de los arcos con
Que trazaron tu osatura.
La perfección de un rostro de
Donde surgen en profusión los rasgos
De un Dios terreno.
Los ojos amielados debajo de los arcos perfectos
De negras cejas. Y los labios dinteles
Para entrar a la nave de la boca mistérica
De donde surgen flores y serpientes.
Y entrambos la nariz que mide el rostro
Y lo que distribuye todo.
Los pómulos que encetán la mirada y bajan hasta
El mentón corona del maxilar que afirma.
Aquí estoy yo. Soy Beiron.
Podéis mirarme si y desearme siempre
Pues mi nombre es deseo y mi mirada gozo.
Que los poetas tiemblen al nombrarme.
Que enmudezcan y callen.
¿Quien puede describir mi torso donde
La geometría sufre el envés del misterio?
Mis caderas perfectas. Mis muslos y mis piernas talladas
Para burla del Dios por enigma del sino?
Sobre mis hombros llevo la palidez del mito.
Soy Beiron. Soy el Dios de este tiempo
Sin mirtos ni guirnaldas. Sin poetas ni liras.
No existe alguno digno de mí.
De mi belleza Ígnea.
Soy un volcan en estado de alerta.
Más toda abundancia surge de mí
Y es infinita mi belleza aunque efímera
Transformará en eterna la sustancia del tiempo.
El color de mi piel es el color del alma
De quien me ame y me cante en silencio.
No existen escribas para mí que honren mi belleza
Y se lauden de mí en medio del desierto.
Yo convivo si destruir las formas
Ni las almas terrenas.
Esta es mi casa pero soy en los tiempos de penuria
El rubí que en la frente de la ciudad caída
Enciende el fuego de la heredad perdida.
Soy Beiron Anderson. Amadme pues.
Que si me amáis redimo.
BELLEZA PLENA
POEMA DE OSCAR PORTELA
DEDICADO A MARCO DA SILVA
Intocada y bárbara belleza. Luz de luna
Sacrifícial y sangre en los colmillos
Del hombre que aún es leopardo. Y el
Poeta un venado que pasta torpemente cuando
Ya la posesión es sangre y la carne gramilla
Entre los dientes marfilinios del dios del sacrificio.
Pues sacrificio es Eros. Y un no domesticado dios
De belleza inaudita que ignora los sonidos de
La lira toma de este rapsoda la luz primera
0 el alba que a si misma se nace – y lo devora todo
Como el jaguar devora al cervatillo. Y no hay dolor
En este sacrificio tan hondo como la muerte
Que completa la vida : el rapsoda ya es el :
Trasmutado que fue de los cantos al sinuoso
Mundo que subyace en la pulsión de vida
Que es sangre y carne y hostia de la tierra.
¿Pues de de donde escapaste Marco da Silva
Hombre y jaguar – dios del ras de la tierra tan bello
Como las alboradas que pare en sol cuando escondido
Esperas a tu madre la luna ? Ninguna belleza
Tan áspera y tan brutal, tan indomesticada como
La tuya Marco ? Tu boca cual pila bautismal salva
Al poeta de la mera grafía y lo trasporta al grito
Del primer nacimiento. Mientras devoras
Lo que soy renazco y soy el poeta que ruge
En la indómita alba tan lustral como el tiempo
Que se espacia y soy cuerpo y laberinto y senda
Tu intocada belleza brutal como las auras esta aquí
Para decirme que el origen repite la semilla
Y que el alba es la primera alba. Pues todo se refunda
Eternamente en el Eros que sangra entre tus dientes
Y renace en el primer poema que es este que escribo ahora
Como si fuera el último y primero.
CRAZY YO, CRAZY MI ADORADO GRODIN OSCAR PORTELA
CRAZY
un film de Jan Marc-Valle
Uno de los filmes más sutiles, inteligentes, magníficamente interpretados - con un guión que analiza a fondo, - no el drama de una familia-, sino el extrañamiento de los hombres con respecto a si mísmos y la desintegración social- familiar de los tiempos que vivimos.
Más aun si trata de las propias experiencias del co-gionista, este film destroza la fábrica apelmazada de las películas de Hollywood .
Y si se me preguntara - con la rara exepciónde Ethan Hawks- cual es el mas importante interprete joven del cine actual no dudaria en citar a Marc André Grodin.
No hay golpes bajos ni tuculencias que no se vivan todos los días, dentro del clima asfixiante de una sociedad disgregada y Vallé lo ve con meridiana claridad.
Este tipo de films solo se ven en escasos video-clubes del interior o en horarios poco productivos de la t.v. pero habla las claras de un cine vivo y actuante que debería estar entodas las marquesinas del mundo.
El modo de vivir y sublimar culpas, lahermosa reconciliación familiar luego de un episodio trágico - la muerte del hermano mayor -, no hablan del clasico happy-end, sino de la apertura de corazones que aún pueden en la humildad y la fortaleza abrirse al mundo de los otros.
En este caso abrirse a la sensibilidad homoérotica.
Con fuerza todos mi elogios
y aplausos para CRAZY.
Oscar Portela
Ensayísta, poeta
crítico cinematográficoy analísta político Argentino.
( Aclaración cuando la red no poseía imagenes suyas ni el gran público lo había notado escribí esta nota en la que me adelantaba a la popularidad todavía restringida de que que goza hoy: ya vendrán tiempos de gloria) : Oscar Portela .
Querido Oscar, todo lo que vos escribís es bello, y está tocado por la gracia. Nunca te olvido, el mes pasado cumplí 80 años y me hicieron un homenaje. Gracias por el poema, me gustaría que vuelvas a escribirme más seguido, y me digas si vendrás a fines de octubre.
Un fuerte abrazo de Graciela Maturo
Buenos Aires.
EL ABANDONO
a Graciela Maturo
Poema de Oscar Portela
El cuerpo me abandona lentamente.
Los ardores de fragua del verano.
El tortuoso invierno. La recelosa cobra
Del deseo oculta en madriguera.
Los colores minados por la ausencia
De la piel renovada en staccato de cada primavera.
El oro en las arenas y el sueño, el sueño
De quien entra a la presencia como a un bosque de
Símbolos donde no estabas tú. No es un arca mi cuerpo.
No es chalupa siquiera: siniestrado por las tormentas
Y huracanes, siempre en desiertos, ¿como podría
Salvar algo de lo queda en la memoria de aquel
Pajaro Azul que ayer cantaba en mis ventanas?
Ah, llévame contigo hacia el poniente donde nada
Se pone, traspone el horizonte, piérdete entre las nubes
Más lejanas, atisba entre las cifras donde tal vez
Los ángeles arrullen el silencio de Dios.
¿Volverás a la tierra? Tal vez el pino enhiesto en la colina
Te espere como el rayo y el amor que te abandona ahora
O que nuca tuviste encuentre asilo entre sus ramas
Cuando lo yermo cede y en tus ojos vuelve el lapacho
A florecer serenamente.
Carta a Abel POSSE
El Odio Poema
Por Oscar PORTELA
Nada conduce hacia ninguna parte y buscamos
El todo más los caminos todos llevan a lugares
Que ya viviste en anteriores vidas. Odio y rencor
A toda luz que cubra la vida del planeta. Odio al
Hielo denudo. Odio el odio de los desiertos dátiles y vientos.
Odio al final todo espejo del alma.
Odio el mar calmo con sus mareas constrictoras
Que devuelven a tierra el detritus de las noches del Caos.
Odio el calor del odio y el desprecio que desprecia el desprecio.
Odio el Olor de la Pobreza
Y el lujo asiático de los mandarines
Que cultivan naranjos en Palmira. Odio el odio trivial.
La truculencia de las carnestolendas de la Historia.
El "gran-guiñol" desde teatro en llamas
Que tiembla sobre trivialidades y enfermos ecos
Del alma estéril del mortal que canta.
Odio al crucificado del madero. El tiempo- el limonero y
Los recuerdos. Odio con todo mi odio aquello
Que nos llama al olvido del huerto invitándonos a internarnos
En el bosque del olvido renuente.
Pues solo amo la eternidad del verbo ausente.
El Corazón o la espera del Adamita
un poema de Oscar Portela
a Friedrich Nietzsche y Jean Arthur Rimbaud
Escucha el corazón de la piedra. La estalactita
Escucha. Escucha los lamentos del viento.
El corazón de Nada escucha. Escucha: es corazón.
Y vértigo. El pino en las alturas mira el abismo
Sin temer lo oscuro. Escucha. El corazón escucha.
Asimismo se ausculta el corazón y advierte
La intemperie. La incuria. La soledad que espanta.
El incubo que nace. La muerte que despierta.
La soledad que asfixia las cometas de un cuerpo
Que fue consagración de primavera. Y escucha corazón
Las plañideras flechas del deseo.
No es este el corazón que siente.
Es grafía del cuerpo y del espanto. Escucha
Tierra el corazón que nace de tus
Propias entrañas y asciende hacia lo mudo.
Hacia el azur profano. El corazón que mira
El cuerpo de Afrodita y se convierte en llanto.
Es este el corazón llagado. La lengua es su destino.
Los labios, las plegarias, las promesas.
El proemio de una historia de amor y de un
Cuerpo sin penas. Escucha corazón. El corazón
Escucha. ¿Recuerdas las tardes del estío,
El río que no vuelve, las riberas, los árboles,
La soledad sin fin y nosotros apenas desnudos
Y sin nombres para el libro que viene?
Aquí estas corazón. Aquí tú escucha.
Tu final sin historias ni quejas ni llamados.
Escucha corazón y dime las plegarias
De una pregunta apenas. El Adamita espera.
Desnudo corazón tu escucha y pena.
El agua escucha.
Pasa y escucha las endechas del tiempo.
Las flechas con que Apolo hirió a Marcias y el canto
Con que florece el loto en las aguas del lago.
Escucha corazón. Escucha. Y dime todo. Todo.
Dame su joven cuerpo. Desnúdalo de nuevo y entrégalo
A mis cantos. A la oración primera. A las albas que Eros
Vio nacer en mi pecho. El corazón escucha. Escucha
El corazón escucha y tañe la amapola.
El lirio y la azucena. Así torno a vigilar lo pleno.
Construyo sobre escombros como Abel Posse quisiera.
Y allá en la luz astral de otro sangral poniente
Lisa sonríe a solas para siempre.
Escucho corazón. Yo escucho. Soy tuyo aún.
Aun soy primavera. Escucha en la sonata de la luna
Que llama a todos y aún espera. Espera
La vigilia de un hombre que está solo y espera.
Author:
Oscar Portela
EL ABANDONO
a Graciela Maturo
Poema de Oscar Portela
El cuerpo me abandona lentamente.
Los ardores de fragua del verano.
El tortuoso invierno. La recelosa cobra
Del deseo oculta en madriguera.
Los colores minados por la ausencia
De la piel renovada en staccato de cada primavera.
El oro en las arenas y el sueño, el sueño
De quien entra a la presencia como a un bosque de
Símbolos donde no estabas tú. No es un arca mi cuerpo.
No es chalupa siquiera: siniestrado por las tormentas
Y huracanes, siempre en desiertos, ¿como podría
Salvar algo de lo queda en la memoria de aquel
Pajaro Azul que ayer cantaba en mis ventanas?
Ah, llévame contigo hacia el poniente donde nada
Se pone, traspone el horizonte, piérdete entre las nubes
Más lejanas, atisba entre las cifras donde tal vez
Los ángeles arrullen el silencio de Dios.
¿Volverás a la tierra? Tal vez el pino enhiesto en la colina
Te espere como el rayo y el amor que te abandona ahora
O que nuca tuviste encuentre asilo entre sus ramas
Cuando lo yermo cede y en tus ojos vuelve el lapacho
A florecer serenamente.
Carta a Abel POSSE
El odio Poema
Por Oscar PORTELA
Nada conduce hacia ninguna parte y buscamos
El todo más los caminos todos llevan a lugares
Que ya viviste en anteriores vidas. Odio y rencor
A toda luz que cubra la vida del planeta. Odio al
Hielo denudo. Odio el odio de los desiertos dátiles y vientos.
Odio al final todo espejo del alma.
Odio el mar calmo con sus mareas constrictoras
Que devuelven a tierra el detritus de las noches del Caos.
Odio el calor del odio y el desprecio que desprecia el desprecio.
Odio el Olor de la Pobreza
Y el lujo asiático de los mandarines
Que cultivan naranjos en Palmira. Odio el odio trivial.
La truculencia de las carnestolendas de la Historia.
El "gran-guiñol" desde teatro en llamas
Que tiembla sobre trivialidades y enfermos ecos
Del alma estéril del mortal que canta.
Odio al crucificado del madero. El tiempo- el limonero y
Los recuerdos. Odio con todo mi odio aquello
Que nos llama al olvido del huerto invitándonos a internarnos
En el bosque del olvido renuente.
Pues solo amo la eternidad del verbo ausente.
El Corazón o la espera del Adamita
un poema de Oscar Portela
a Friedrich Nietzsche y Jean Arthur Rimbaud
Escucha el corazón de la piedra. La estalactita
Escucha. Escucha los lamentos del viento.
El corazón de Nada escucha. Escucha: es corazón.
Y vértigo. El pino en las alturas mira el abismo
Sin temer lo oscuro. Escucha. El corazón escucha.
Asimismo se ausculta el corazón y advierte
La intemperie. La incuria. La soledad que espanta.
El incubo que nace. La muerte que despierta.
La soledad que asfixia las cometas de un cuerpo
Que fue consagración de primavera. Y escucha corazón
Las plañideras flechas del deseo.
No es este el corazón que siente.
Es grafía del cuerpo y del espanto. Escucha
Tierra el corazón que nace de tus
Propias entrañas y asciende hacia lo mudo.
Hacia el azur profano. El corazón que mira
El cuerpo de Afrodita y se convierte en llanto.
Es este el corazón llagado. La lengua es su destino.
Los labios, las plegarias, las promesas.
El proemio de una historia de amor y de un
Cuerpo sin penas. Escucha corazón. El corazón
Escucha. ¿Recuerdas las tardes del estío,
El río que no vuelve, las riberas, los árboles,
La soledad sin fin y nosotros apenas desnudos
Y sin nombres para el libro que viene?
Aquí estas corazón. Aquí tú escucha.
Tu final sin historias ni quejas ni llamados.
Escucha corazón y dime las plegarias
De una pregunta apenas. El Adamita espera.
Desnudo corazón tu escucha y pena.
El agua escucha.
Pasa y escucha las endechas del tiempo.
Las flechas con que Apolo hirió a Marcias y el canto
Con que florece el loto en las aguas del lago.
Escucha corazón. Escucha. Y dime todo. Todo.
Dame su joven cuerpo. Desnúdalo de nuevo y entrégalo
A mis cantos. A la oración primera. A las albas que Eros
Vio nacer en mi pecho. El corazón escucha. Escucha
El corazón escucha y tañe la amapola.
El lirio y la azucena. Así torno a vigilar lo pleno.
Construyo sobre escombros como Abel Posse quisiera.
Y allá en la luz astral de otro sangral poniente
Lisa sonríe a solas para siempre.
Escucho corazón. Yo escucho. Soy tuyo aún.
Aun soy primavera. Escucha en la sonata de la luna
Que llama a todos y aún espera. Espera
La vigilia de un hombre que está solo y espera.
www.universoportela.com.ar
JASON MOMOA ÁNGEL AMERICANO, POEMA DE OSCAR PORTELA
JASON MOMOA: ÁNGEL ÁMERICANO
POEMA DE OSCAR PORTELA
Tú me traes al mundo. Tú me pares entre rayos
Y lluvias y ponientes cárdenos como la herida
Del labrador. Contigo no hay sino mundo.
No hay cifras ni arquetipos sino sueños y hogueras
De pasión y guerras de sexo y hambre, y volcanes
Que rugen la osadía de estar aquí y ahora.
Tu piel tejida con auroras de soles vírgenes
No nació del Olimpo. Tu no vienes hacia ningún
Mortal con tridentes ni flechas sino con la mirada
Del demonio de la lascivia pura que alza tus negras
Cejas en arcos y hace de tu mirada, ala aguzada
De un día anterior al primer día, y de tus labios
El arcano del goce que se goza a si mismo.
Contigo no hay tumbas, arqueólogos ni etnólogos,
Sino el viento de mar de la poesía, Jason Momoa,
Moreno Ángel Americano donde comienzan las canciones
Del mundo: tú perteneces a la Isla de la Inocencia
( A la Isla llamada inocencia del devenir y el perecer)
Y el goce y todo goce de vivir y sufrir vienen de ti, bellísimo.
Humano solo humano, pero además luciferino.
Tú me tienes contigo. Contigo no estoy Muerto.
Contigo me moriré de cierto y volveré a quemarme entre
Palmas y dátiles y monos que acunarán mis sueños
Y quemaran mi piel como la tuya. Tu coral, tu océano,
Tu dios primordial y fuerza, tu todo-energía, tu impulso
Primordial, tu hacedor de palabras y de ritos más antiguos
Que todo verbo proferido. Yo soy tu verbo, Jason.
Yo el pagano vestido ya con plumas y hojas de avestruces
Bailando la danza ritual que crea y que destruye,
Yo tu súcubo, hambriento de tus labios, y aún niño
Y antes más niño y virgen sin pasado ni melancolía
De Arcas o Naufragios.
Porque tu Eres el Instante y la Eternidad que fluye
En las mareas de la sangre: Jason Momoa Angel
Americano que tienes de Tahití brillo en tus ojos y
Que me llevas más allá de los sueños que tejen la madera
Del destino, a ser el niño, el apeiron sagrado que construye
Y destruye porque tus piernas, tu cuerpo todo
De Dios terreno y poderoso, me trae el nepente del olvido,
Y bebo y cómo de tu cuerpo agua y trigo,
Y soy un pez ya en aguas del preorigen.
Oscar Portela
Corrientes Argentina
26 de septiembre del 2008
Un corazón con demasiadas preguntas
Por Juan Archibaldo Lanús
"Golpe de Gracia" es un conjunto de poemas absolutamente Portelianos. Los leí con atención y deleite, como acostumbras nos sorprendes con resonancias que salen de un alma desgarrada, para rebrotar en el firmamento como fuegos luminosos, que pueden ser descifrados sobre la cosmogonía adonde llegue su espanto. Los abismos del Ser que busca, la consagración de una plegaria sin otro destino que las lágrimas de un naufrago, que espera encontrar la mínima orilla; los laberintos de un corazón con demasiadas preguntas.
El tema del asilo siempre vuelve, como querencia o refugio, distinta de aquella Itaca de Odiseo, porque no se puede volver, sino "ir como se va al Paraíso". El paisaje de una naturaleza exuberante lo construyes con vientos y mediodías, junto a sueños y esperas, estableciendo una unidad entre el hombre y el mundo.
En Poetíc Selection, y en toda tu obra existe ese ritmo jadeante y progresivo que me hizo recordar al mismo tiempo a Frost y Whitman.
Sin tiempo como "belonging to the wind" (convirtiéndose en el viento).
Paul Newman, la leyenda de un inclaudicable por Oscar Portela
PAUL NEWMAN: LA LEYENDA DE UN INDOMESTICABLE
POR OSCAR PORTELA
Carecía de la soberbia capacidad histriónica de Marlon Brando y esa luz que emana de un carisma que no viene de ninguna escuela de arte interpretativo.
Al mísmo tiempo carecía de la sutil inteligencia que poseía Montgomery Clift para dar características a las almas torturadas y las psicologías más complejas. Carecía del ángel y la belleza áspera de James Dean.
Pero en porciúnculas racionales poseía en si los tres atributos de sus compañeros del actor estudio.
Fue hermoso dicen pero también lo fue tres décadas antes Robert Taylor.
¿Y?
La fealdad de Ernest Borgnine le sirvió a este para llevarse un Óscar como primer actor en “Marty”.
Un verdadero interprete sabe ser feo cuando quiere y bello cuando lo necesita. Así son las cosas.
Así lo hicieron intérpretes como Laurence Olivier y Mis Bette Davis a sus modos por supuesto.
Pero Paul era en esencia un minimalista de la interpretación. En algún extraño sentido practicaba lo que el Actor Studio no enseñaba.
La sabiduría que tuvieron los Spencer Tracy y los Henry Fonda en otras décadas.
Decir lo más con poca cosa. Así, ésta leyenda que se va – icono de lo que debe ser un actor- pudo mostrar en un thriller como dar cuerpo y verdad a una historia y un guión como el de “Camino a la Perdición” de Sam Méndez , en la que permitió a su “oponente” alzar el nivel de su cota interpretativa.
Vaya con estos “mitos” que son seres casi únicos y extraordinarios como Paul Newman que hizo poco cine para haber estado tanto tiempo en la cima de los intocables de Hollywood.
¿Pero para que más?
Bastarían sus interpretaciones de “beautiful boy ” en “La gata sobre el Tejado de Zinc caliente” dirigida por el siempre eficaz Richard Broocks, o su estilo interpretativo, en el gran melodrama “Dulce pájaro de Juventud” – también dirigida por Brocks – y segundo contacto suyo con la obra de Tennessee Williams, - donde daba réplica a la soberbia Geraldine Page - para acotar el período en que su ojos azules causaron desmayos en la platea femenina.
En su corta filmografía hay mucho material de desecho. Pero mucha perla. Su mejor actuación para mí: el de abogado vencido y vencedor, alcohólico y superado, de “El Veredicto” de Sidney Lumet.
Y luego la bellísima “La leyenda del indomable”, de Stuart Rozemberg– un western lírico con una estupenda actuación y una efectiva dirección.
Por cualquiera de estos films pudo obtener un Óscar. Pero se lo dieron la mediocre “El Color del Dinero” de Martín Scorsesse, y hacer taquilla con “Butch Cassidy” de George Roy Hill para abultar un poco sus desguazados bolsillos.
No olvidar por supuesto su colaboración con el loco de John Houston en “El juez de la Horca” o “El Hombre de Mac Kintosh” y olvidemos pues olvidada está su colaboración con Alfred Hitchcock en “Cortina Rasgada”.
Mientras podemos recordar su melancólica y otoñal interpretación de “Mrs. Bridges” guiado por Ivory y sus colaboraciones con Bénton.
Lo que parece haber olvidado todo el mundo a la hora de despedirlo es su magnifica “Rachel, Rachel” dirigiendo a su magistral esposa Joanne Woodward , y ese exquisito filme que nada debe envidiar al mejor Andrei Konchalovky, que es su adaptación de “El Zoo de Cristal” , filme que nadie vio y nadie premió, porque era un Newman demasiado intelectual y hacendoso.
Un paradigma difícil de repetir en nuestra época, el de Newman.
La leyenda de un indomesticable a todo esquema del “star sistem” y de los rostros que pasan como las hojas del otoño sin que luego nadie se acuerde de ellos.
Oscar Portela
2008-09-28
Corrientes Argentina
2002
Candidato
1994
Candidato
1993
Ganador
1986
Ganador
1985
Ganador
1982
Candidato
1981
Candidato
1968
Candidato
1967
Candidato
1963
Candidato
1961
Candidato
1958
Candidato
Año
Categoría
Película
Resultado
2006
Ganador
2003
Candidato
1984
Ganador
JASON MOMOA: ÁNGEL ÁMERICANO
POEMA DE OSCAR PORTELA
Tú me traes al mundo. Tú me pares entre rayos
Y lluvias y ponientes cárdenos como la herida
Del labrador. Contigo no hay sino mundo.
No hay cifras ni arquetipos sino sueños y hogueras
De pasión y guerras de sexo y hambre, y volcanes
Que rugen la osadía de estar aquí y ahora.
Tu piel tejida con auroras de soles vírgenes
No nació del Olimpo. Tu no vienes hacia ningún
Mortal con tridentes ni flechas sino con la mirada
Del demonio de la lascivia pura que alza tus negras
Cejas en arcos y hace de tu mirada, ala aguzada
De un día anterior al primer día, y de tus labios
El arcano del goce que se goza a si mismo.
Contigo no hay tumbas, arqueólogos ni etnólogos,
Sino el viento de mar de la poesía, Jason Momoa,
Moreno Ángel Americano donde comienzan las canciones
Del mundo: tú perteneces a la Isla de la Inocencia
( A la Isla llamada inocencia del devenir y el perecer)
Y el goce y todo goce de vivir y sufrir vienen de ti, bellísimo.
Humano solo humano, pero además luciferino.
Tú me tienes contigo. Contigo no estoy Muerto.
Contigo me moriré de cierto y volveré a quemarme entre
Palmas y dátiles y monos que acunarán mis sueños
Y quemaran mi piel como la tuya. Tu coral, tu océano,
Tu dios primordial y fuerza, tu todo-energía, tu impulso
Primordial, tu hacedor de palabras y de ritos más antiguos
Que todo verbo proferido. Yo soy tu verbo, Jason.
Yo el pagano vestido ya con plumas y hojas de avestruces
Bailando la danza ritual que crea y que destruye,
Yo tu súcubo, hambriento de tus labios, y aún niño
Y antes más niño y virgen sin pasado ni melancolía
De Arcas o Naufragios.
Porque tu Eres el Instante y la Eternidad que fluye
En las mareas de la sangre: Jason Momoa Angel
Americano que tienes de Tahití brillo en tus ojos y
Que me llevas más allá de los sueños que tejen la madera
Del destino, a ser el niño, el apeiron sagrado que construye
Y destruye porque tus piernas, tu cuerpo todo
De Dios terreno y poderoso, me trae el nepente del olvido,
Y bebo y cómo de tu cuerpo agua y trigo,
Y soy un pez ya en aguas del preorigen.
Oscar Portela
LOS CLAROSCUROS DE PORTELA DESDE RIO GRANDE, BRASIL
Oscar Portela – En Claroscuro
Por Ricardo Peró Job (*)
A poesia de Oscar Portela traz o eterno questionamento dos pensadores sobre a razão de ser de nossas vidas e nossas dúvidas sobre o que ocorre após a nosso desaparecimiento. A través de metáforas e em estilo elegante, faz poesia com conteúdo incisivo, indo ao fundo de nossas almas, trazendo á tona nossos sentimentos mais secretos, medos, dores e paixões. Alucidez e a paixão se mezclam em seus poemas, numa harmonia quase inimaginável, deixando marcas profundas em seus leitores.
Com talento e criatividade, Oscar Portela vai da luz ás trevas, do brilho da paixão à escuridãom da morte e, de forma poético-filosófica, questiona aos deuses e a própria razão de nossas existência. Sua obra traz o eterno duelo entre o viver e o morrer, criando um verdadeiro torvelinho de emoções em seus leitores. Claroescuro situa o autor entre os poucos privilegiados com o dom da verdadeira poesia.
(*) : Jornalista e escritor
Catedrático de Literatura de la Universidad Riograndense, Brasil
L'ABANDÓ
Poema de Oscar Portela
a Graciela Maturo
El cos m'abandona lentament.
Les cremors de farga de l'estiu.
El tortuós hivern. La recelosa cobra
Del desig oculta al cau.
Els colors minats per l'absència
De la pell renovada en staccato de cada primavera.
L'or en les arenes i el somni, el somni
De qui entra a la presència com a un bosc de
Símbols on tu no hi eres. No és una arca el meu cos.
No és xalupa tan sols: sinistrat per les tempestes
I huracans, sempre en deserts, ¿com podria
salvar alguna cosa del que resta en la memòria d'aquell
Ocell Blau que ahir cantava en les meues finestres?
Ah, porta'm amb tu vers el ponent on res no
Es pon, tramunta l'horitzó, perd-te entre els núvols
més llunyans, albira entre les xifres on tal vegada
Els àngels amanyaguen el silenci de Déu.
Tornaràs a la terra? Tal vegada el pi dreçat en el turó
T'espere com el llamp i l'amor que t'abandona ara
O que mai no vas tenir trobe asil entre les teues branques
Quan l'erm cedeix i als teus ulls torna el lapatxo
A florir serenament.
Oscar Portela
[Tradución al catalán de Joan Navarro]
El abandono
a Graciela Maturo
poema de Oscar Portela
El cuerpo me abandona lentamente.
Los ardores de fragua del verano.
El tortuoso invierno. La recelosa cobra
Del deseo oculta en madriguera.
Los colores minados por la ausencia
De la piel renovada en staccato de cada primavera.
El oro en las arenas y el sueño, el sueño
De quien entra a la presencia como a un bosque de
Símbolos donde no estabas tú. No es un arca mi cuerpo.
No es chalupa siquiera: siniestrado por las tormentas
Y huracanes, siempre en desiertos, ¿como podría
Salvar algo de lo queda en la memoria de aquel
Pajaro Azul que ayer cantaba en mis ventanas?
Ah, llévame contigo hacia el poniente donde nada
Se pone, traspone el horizonte, piérdete entre las nubes
Más lejanas, atisba entre las cifras donde tal vez
Los ángeles arrullen el silencio de Dios.
¿Volverás a la tierra? Tal vez el pino enhiesto en la colina
Te espere como el rayo y el amor que te abandona ahora
O que nuca tuviste encuentre asilo entre sus ramas
Cuando lo yermo cede y en tus ojos vuelve el lapacho
A florecer serenamente.
De Alejandro Drewes a Oscar Portela
Oscar, hermano, me he quedado simplemente pasmado, impactado es poco decir, con la belleza y el desasimiento, el desgarramiento de este poema tuyo.
Un dolor sereno sin embargo del ser que se asume como una mínima partícula en el eterno cambio de los eones, errante paso entre los velos de Maia y habitando ese escenario del casi tropico que se vuelve Universo todo al leerte, Poeta.
Y no es menos que me lo hayas enviado en una lengua que me es tan cara, la de muchos de mis poetas amados en otros momentos de mi vida.
Anclado quedo ya a la barca de estas palabras.
Un enorme abrazo
Alejandro Drewes
Y cuando nuestro tiempo advierta la conjunción entre sagrado y profano y la disyunción entre sexualidad y erotísmo (este significa perpeción de un tiempo cósmico sagrado), entonces y solo entonces se comprenderán cabalmente mis poemas y ensayos Filosóficos, Políticos, y Literarios. Oscar Portela
CANTO DE DIONISOS
poema de Oscar Portela
A Issa.M. Martínez Llongueras
Y Jaime Serey
No habrá quejido en mí, ni nostalgiosos ayees
Resabios de pesares y “doloras”,
Ni exhalarán mis labios melancólicas notas
De pesares, caídas, vejaciones y llantos.
(¡El sol, El Sol, El sol y el Mar, son mi elemento!)
Allí gestó la Moira el laberinto y la luz
Cobró forma en la mirada que gira sobre sí
Sin transferir mis cantos a Hespérides ni Patmos
Para las que no quiere mi corazón camino alguno.
Aceptaré los dones que las Gracias
Pusieron en mis manos sin pedirlos y
Y cavaré el sepulcro incandescente que contendrán
Mis versos extraídos de la celebración terrestre de la vida.
Oscar Portela
Corrientes Argentina
Embriaguez del desierto
poema de Oscar Portela
Carne desocultada y amanecida siempre.
Carne refugio del áspid y la alucema.
Carne donde despierta el sol y se posan
Las sombras sobre el día anterior al día
En que el desierto vio por vez primera
Sin nostalgia ninguna rodar sobre el cilicio
La negra sombra del insecto primero.
Carne portadora de la carta robada.
Carne sin destinatario ni remitos del cielo.
Carne sin húmeros ni nombres.
Solo cilicio dorado sobre la ardida piel y
El escozor del sol, “la sed”, “la sed”, que se
Exalta en la primér pulsión que conduce
Hacia el dátil y el oasis tan solitario como
Esta carne sin nombre y sin origen, aún sin
Cuerpo y órganos donde posar mirada, buscar
Refugio, ser colonia portadora de territorios
Que pidan ser colonizados por los gérmenes
Portadores de vida - el rayo- los elementos todos
Que ahora vienen hacia el dominio de la nada
Y hacen aquí su labrantío.
¡Oh carne, tierra sin nombre, desierto sin posada!
Inocencia de lo que no tiene antes ni después
Y eternamente se repite en la palabra
Que tú pones en mí, siembras en mí, oh principio
Generador de vida, belleza y fuerza,
Sin otra esfera rotatoria que hacerme tuyo
Y como el sol antes del sol y hacernos mutuamente
Desde un principio sin principio
Destinados al goce y la locura,
Destrozándonos en la afirmación
De la eterna metamorfosis de lo mismo.
Mis cenizas serán el alimento de los cuerpos
Que nuevas carnes roten y vida y muerte
Serán las aleteias del instante perfecto
Sin nostalgias de purezas profanas.
Tu piel cubierta de cilicio y de oro, tu misma
Piel dorada es la del dios que muere y solo indica
El camino de la vuelta a la gracia de la inocencia
Del devenir que fluye como fluyo desde tus brazos
Hacia el cenit de destilada sangre.
Y olvidado de todo en la anamnesis
De saberme escandido hago de toda carne
Hoja donde grabar los éxtasis de un Eterno
Retorno pues que soy el trabajo de tus días
Nícholas Lemons alabanza de lo que no
Será perdido y dios humanizado por las gracias
Que presiden los ciclos y gestaciones todas
Del juego del azar que recomienza
Cuando tú me devuelves el Ápeirón que estalla
En el cincel de oro que buriló tu cuerpo
Para hacer de mi carne un Jardín de Delicias,
Y ver crecer un niño solar del torso en el cual
Duerme ciego al horror de todo
La inocencia del mundo que tú llevas contigo.
Oscar Portela
Corrientes- Argentina
Poema que retorna a lo arcáico del ditirambo heleno en donde se rinde culto al heroe de Olimpia coronado con olivo y pampanos.
Oscar Portela
LOS PIES UN POEMA DE OSCAR PORTELA DEDICADO A CHARLES DEVOE
LOS PIES
donde todo comienza
un poema de Oscar Portela
Veo ascender núbil empeine
Como el monte del Kaukaión
Desde los finos dedos coronados
De nácares y las ajorcas en los tobillos
De tus pies Oh Apolo. Humano al fin
Con las frigias sandalias ceñidas
A las ondulaciones de las suaves plantas
Con que pisas esta grávida tierra.
Oh tú, aéreo,
Alado como el pájaro que sube por tus ebúrneas
Piernas talladas no en el mármol de Fidias
Sino en ébano puro. Oh Dios
De la belleza y la armonía.
Clava tu flecha en mí.
Entrégame en herida el corazón mortal
Que sangra y besa tus pies perfectos
Cual frutos bendecidos por rocíos de un alba
Más clara que el deseo.
Eros pende desde
Auroras primeras sobre tu corazón
De acero. Y se hace duende en tus alados
Pies perfectos como urnas que ocultan
Las simientes de todo.
Acá comienza el todo.
En los arcos que al vértigo trasmiten
Los latidos del corazón que escucha.
Los llamados que invocan. Las grafías de
Las manos que hablan.
Aquí comienza
El beso que se deshace como amapola
Entre tus blancos muslos y se levanta
Luego y cae nuevamente en las azules
Fuentes donde el mirlo parlotea sin pausas.
Nada más bello que los pies más
Etéreos. Y nada más desnudo en cuerpo
Humano, transido de la nostalgia de lo eterno.
Atrio los pies. Asustadas palomas.
Flores de nieve. Mueves los dedos. Cantas.
No hay cintura perfecta sin pies alados.
¿Hay lo sabéis vosotros? Las manos son racimos
Que coronan el reinado donde todo se posa.
Y el cuello aéreo y la sacra cabeza
Con mirtos coronada. Beso tus pies ahora. El duende
Me trasmite las pulsaciones de un daimón
Que duerme y despierta en la danza.
Es éste el ritual.
No hay amores sin danza. No existe Eros sin los pies
Del Dios que danza y los cuerpos
Que renacen de sus propias cenizas
Y acá el conocimiento de todo ser comienza.
En el dedo meñique y su aro de bronce.
Canto a tus aires. Al laúd de tu cuerpo hermoso
Como la renacida aurora.
Tú reinas para siempre
Sobre todo lo umbrío. Triunfa tu luz. Tu cuerpo triunfa.
Y en la magnolia de tu sexo luces la eternidad del mundo.
LOS OJOS QUE DESDE MI TE AMAN, POEMA DE OSCAR PORTELA
Me miras. Y desde ti me veo. Soy yo otra vez.
En el azul profundo de mar de tu mirada caben
Todos los cielos. Me miras. Estoy aquí. Soy un
Viento. Soy índigo. Solo para mi mismo esta fluyendo
Mi vida como un río mirado y visto.
Soy esta apuesta. Y te contemplo. ¿De lo contrario
Como me miraría yo en tus ojos?. ¡Helas!
No tienes tiempos. Y tiene el tiempo alas. El orden es.
Y responsable soy de ese llamado al que contesto
Sin misterio ninguno. Vuelvo a ser yo y espero.
Somos hijos de Adán. Somos su sombra y su retorno todo.
¿Que me lleva hacia ti sino el deseo? Sube desde tu boca
Astral un tiempo que se abre como dulce durazno
Y sangra mi alma en tu nostalgia pura
De otra patria lejana.
¿Que me dicen tus ojos,tu mirada? ¿De que secretos sellos
Demoníacos preservados por las semillas
De otras tierras me dictan éstos arrobos y estas danzas?
Tu frente el mar, el mar sobre esos ojos sin olas y sereno.
Y en cuadratura exacta la barbilla de lo que fuera fauno
Y es mortal ahora. Hijo de un ángel desamparado y triste.
Agrio sabor de un silbo vulnerado por la envidia de Apolo
Ya vencido por Marcias. Hay fuegos y lamentos en tus ojos.
El secreto sellado en una urna egea clama por ser colmado.
Y el eco de tu llamado vibra sobre tus puros pómulos.
Oratorio donde se deposita un beso.
Todo tu rostro es un llamado en sombras.
Y yo respondo con cánticos profanos. Solo tendrías que adelantar
La mano y el viento de ser en abundancia
Derramaría todo.
Me miras y devuelves a mí constantemente. A lo que fui
Y a lo que soy de nuevo.
Un mensajero solo. El servidor de un Dios ya desterrado
Que espera del mortal su guarida segura.
Su aposento y su cuna. El reposo final en ésta tierra.
FRAGILIDADE
de Oscar Portela
És o Anjo. Estás aqui encarnado.
Junto a mim. És meu abismo.
A frágil beleza que o destroi
Inteiro. Tuas mãos não são Mãos.
São as Ligeiras Asas que o vento
Agita sobre a terra árida
Algemada a meu pranto.
Se soubesses, esse saber também poderia
Destruir-me. Nem um instante sequer
Poderia suportá-lo. É o âmbito
Onde o abismo busca o Éter e ambos
Selam um novo pacto.
Meu coração explode. ¿Como um mortal
Poderia suportá-lo? Encequecendo-se.
Mas em trevas vejo estremecer
Tudo que à tua passagem sente
A presença do Anjo.
Impossível foi e será suportar a
Medida deste infinito que sopra aqui
A meu lado. Insone És.
Deixa que este mortal consuma
Seus temores violáceos e derrame suas
Cinzas em honra de tuas Asas.
versión de Vera Laporta
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