No quiero
que me hablen.
No quiero
que me escuchen.
No quiero hablar
ni escuchar a nadie.
No quiero
seguir siendo receptora
de todas la palabras
del mundo
que zumban y zumban
a mi alrededor
como moscas pegajosas
sin dirección, sin sentido,
sin destino.
¡Basta! No quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario