MIRTA RONCAROLO


CUATRO MONEDAS

 

 

Cuatro monedas

y sin un sueño.

El pecho en carne viva

una multitud en el alma

y un silencio aterrador.

 

Ella se prende del iris

sin poder entrar en la retina

ahí en la entrada de la esencia

no declama, no señala

solo acompaña

 

 

La lujuria ronda,

con palabras que golpean

y cualquiera es Dios

en bolsillos ajenos,

llevándose la última gota.

 

Ella entrará

cuando alguna lágrima

le abra la puerta de nuestras

miserias descarnadas.