Graciela Wencelblat


Un beso que se derrita

 se forme y deforme.

 Un beso entre las manos

 que convoque

 a la vida.

 Un beso

 que acaricie

 como un soplo

 que recorra la espalda

 explote en cada curva.

 Que libere la fuerza

 la energía armónica

 transformando el cuerpo.

 Beso profundo que se esconda

 en un puño y se quede.

 

Aunque el amor se acabe.