MANUEL RAMOS


El camino





Dejó caer de su cuerpo

la herida de su sombra

abandonada en costanera.

notas musicales cubrieron

un pentagrama de polvo y recuerdos.



Viento sin memorias,

se olvidó soñar

pensamientos, como piedras sin sonido,

se abrumó en el manto de un mensajero

con pupila profunda comprendió.



¡Ay!, doloroso pasajero



extraviado en las cavernas de la tierra

habitantes de la vida,

valerosos seducidos de la humanidad

luchadores de sueños y esperanzas

cimentados en la paz y libertad.