Mi alma deshabitada…peregrina,
De la gloria de un beso al desamparo
en la más infinita de las noches.
... De ternura inasible
de su melancolía oceánica,
a las oscuras sombras
de la interminable angustia .
Angustia de saber
que nunca arrancaré
el otoño de mi piel,
andrajos de un cuerpo dolido,
espanto de mi calvario.
De la ternura inagotable
en las campanas de los días,
a la insolencia
de sufrir el abandono
en el intolerante desparpajo
del exilio.
Sin protocolo y sin preavisos
mi alma
se encamina sedienta
saboreando los secretos besos
que nos prodigamos,
en aquellos laberintos
de la tarde.
De la gloria de un beso al desamparo
en la más infinita de las noches.
... De ternura inasible
de su melancolía oceánica,
a las oscuras sombras
de la interminable angustia .
Angustia de saber
que nunca arrancaré
el otoño de mi piel,
andrajos de un cuerpo dolido,
espanto de mi calvario.
De la ternura inagotable
en las campanas de los días,
a la insolencia
de sufrir el abandono
en el intolerante desparpajo
del exilio.
Sin protocolo y sin preavisos
mi alma
se encamina sedienta
saboreando los secretos besos
que nos prodigamos,
en aquellos laberintos
de la tarde.