Rubén Ivanoff

Esta noche, Amada mía...



...Seremos uno en el cultivo de la
pasión.
Nuestra unión, cual refulgente manto,
cubrirá nuestros sentidos con luz...
Nuestros cuerpos, entregados totalmente
al murmullo infinito del placer,
serán nuestros aliados en deseo...
¡Y probaré con gusto el néctar de tu centro!
Y recorreré tu cuerpo con mis ojos
admirando el camino de mis besos;
Entre tus piernas suavemente encenderé,
la llama de pasión que nos invade;
seré tuyo, entre jadeos y suspiros,
te daré, a cada instante el total de mis
sentidos,
seré para ti el Hombre Amante,
Quien despierte tu pasión y tu lujuria
y quien logre que tu cuerpo como un grito
me regale una explosión cual una lluvia.
Y a la vez, yo también alcanzaré,
el punto máximo, culminante y eterno...
Y entonces, abrazados en una llama de pasión,
Nos fundiremos en un solo cuerpo, nuestro, de los dos.