Beatriz Liliana Esliman

REBELIÓN.


No hay mansedumbre en mis palabras,
ellas reclaman, no obedecen ni asienten.
La
terca inquietud de hablar por mis versos
conviven con la locura de atreverse y soñar.

Impetuosa en mis sentidos exclamo sin
pudor,
y en
más de una ocasión sobreviví al espanto
de
sentir, y al pecado de manifestarlo estoica,
aún
cuando en la otro orilla nadie me oiga.

He ofrecido tiempo y a cambio recibí
engaño,
más
no por ello suelo esconderme temerosa.
Ningún afecto que poseo lo he comprado.
¡Lejos se vayan los hostiles, los que hablan
en vano!