Norma Gianico

Cuando receptora succione
el afán de apresar
la placenta del tiempo
no habrá testigos para preñar el cielo
¿Quién dice que son miméticos sus logros
que pueden alcanzar al rayo?
¿Qué pavorosa comedia
rasga el río de sus días
hasta el desencuentro aceitado
en la parda odisea de la noche?
Tan atada va la vida
a un poste de silencios
que en su estuario entra el sol.
Si bailo esa polka
será furtivo su centro daltónico
para divagar horizontes.
Puedo vacilar, arrepentirme, retroceder
pero arden mis huecos
entre tanta traición.
Clavo el acero del dolor en la tarde
sobre el boquete del camino
Por su propia culpa
ya no existen señales
para orientar la soledad
a un mismo patio de rebeldía.
Callado va chupando el raciocinio
hasta oxidar los peldaños de la emoción.
Tanta cruz lleva prontuarios
al portón de hojas prisioneras
para cercar al Destino
que se apresura en irse
sin el diploma bajo la piel.