MÓNICA GRIOLLO

INSTANTE



esta cadenciosa y salvaje letanía
de recuerdos
que magnifica
la constancia de la tarde
se ensambla
de locuaces
y sardónicas risas
que estrujan
rasguños opacos de ausencia,
cuando un retrato
se confunde
se desvanece
corrompe
el estigma de mi retina
retenida
en un reverso de estación
y la inminencia de la palabra
estremece
la iracunda somnolencia de la piel
estremecida
alterada de cristales profanos
que estallan
en sinfonía desvencijada
de trazos absueltos de tiempo
entonces
los labios
la boca
la lengua
los pechos
la dermis
el pubis
la sangre
barbarizan mi silencio
mordido
mientras tus ojos
satanizan tu tacto
que palpa mi costilla
exánime
agotada
genital
femenina cadencia
raíz fetal
obstruida
por un beso mojado
que agoniza
entre espasmos de locura
y rasguña
una soledad
ultrajada por la memoria