Antonio Macera

De pronto la felicidad me roba los ojos,
de pronto todo se vuelve de miel y de luna,
sin embargo vive en mí una melancolía,
un tristeza que se acumula como una cicatriz;

...un dolor que estira sus números grises,
un arrebato que muerde mis días,
el círculo morado de mi respiración,
y el nudo que en mi rodilla se desata.