Ambrella Meyud

Flagelo



Noche plasmada, ni un viento ni un sudor.
Día de salto en salto, deja un estilo.
¡Ah, cuando sepan que has desafiado la ley de gravedad!
Culpa prevalece sino respiras espigas.
De ahí la dicha maravilla que dichosa pintas en vigía.
Hacen falta estallidos para sangrar,
como sangran las paredes.
Una pared se crea
porque las paredes fueron hechas para derrumbarse.
Un derrumbe trae materia prima para crear.
Una estatua se ha esculpido para ser eterna.
¡Es tan transparente y no lo ves!
¡Cruel, silueta cruel!
Eres una mancha salpicada cual quien se masturba al
amanecer sin ganas.
Ya no existe bálsamo que suavice tu agonía.
Y pretendes romper cristales cuando están heridos.
Y pretendes hamacarte sin suspiro.
Y pretendes ahondar en lo ya ahondado.
Y pretendes acabar en placeres fugados.
Y pretendes el llanto en lágrimas laxas.
Y pretendes tener furias deshechas.
Y pretendes amor en lujuria instantánea.
Y pretendes el odio cuando es divino.
(Odiar también es divino).
Y pretendes reglar cuando las reglas fueron dictadas.
Y pretendes ansiar cuando la ansiedad te ha regalado las ganas.
Y pretendes creerte que las maravillas del mundo son siete,
y solo es una “ La Naturaleza”.
Y pretendes todo pretendes…
Hay quienes dibujan en color peltre sin pasar
por la gama de colores blancos y grises.
Solamente llevan puesta la capa de la parka cuando nacen.
Y se retiran sucumbidos.
Así son.
Una mochila pesa mas que muchas, cuando pulcra
pero saben detenerse.
Secretos miserables y ricos de falencias.
Las almas lloran cuando mesen un rincón sucio.
Y tú, vil
no has llorado ni la mitad que ellos.
Perdón, soy nadie tomando de ti.
Flagelar el alma tiene plenitud.
Aquí esta.
Ahora: ¿caíste?
Ves un punto.
Te imanta y visualizas.
¿Te diste cuenta?
Es eso.
Nada